Introducción
*(Este estudio será dividido en dos partes, la primera se referirá a la lectura de Levítico 24 de Parashá Emor y el análisis de su interpretación en contexto, y en la segunda parte, explayaremos más sobre la relación entre los gentiles y la Torah y sobre las dos historias principales de Levítico).
Los gentiles o extranjeros en la Torah
El Principio o Concepto Bíblico de que ciertas leyes se aplican tanto para los gentiles como para los israelitas nativos no es nuevo en Levítico 24, como se presenta en la historia del blasfemo. Es más, antes que los israelitas supieran de la existencia de la Torah o que habría una Biblia o recibirían un pacto de Dios, cuando aún eran esclavos en Egipto, Dios ya les había instruido concerniente a los extranjeros.
יט שִׁבְעַת יָמִים--שְׂאֹר, לֹא יִמָּצֵא בְּבָתֵּיכֶם: כִּי כָּל-אֹכֵל מַחְמֶצֶת, וְנִכְרְתָה הַנֶּפֶשׁ הַהִוא מֵעֲדַת יִשְׂרָאֵל--בַּגֵּר, וּבְאֶזְרַח הָאָרֶץ
מח וְכִי-יָגוּר אִתְּךָ גֵּר, וְעָשָׂה פֶסַח לַיהוָה--הִמּוֹל לוֹ כָל-זָכָר וְאָז יִקְרַב לַעֲשֹׂתוֹ, וְהָיָה כְּאֶזְרַח הָאָרֶץ; וְכָל-עָרֵל, לֹא-יֹאכַל בּוֹ
מט תּוֹרָה אַחַת, יִהְיֶה לָאֶזְרָח, וְלַגֵּר, הַגָּר בְּתוֹכְכֶם.
Éx 12:19 Por siete días no se hallará levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado, así extranjero como natural del país, será cortado de la congregación de Israel.
Éx 12:48 Mas si algún extranjero morare contigo, y quisiere celebrar la pascua para Yehováh, séale circuncidado todo varón, y entonces la celebrará, y será como uno de vuestra nación; pero ningún incircunciso comerá de ella.
Una ley (Torah Ajat) será para el natural, y para el extranjero que habitare entre vosotros.
En simples palabras, antes que Dios haya sacado a la congregación de Israel de Egipto ya habían gentiles o extranjeros tomando parte de la cena de Pesaj y de lo que luego conoceríamos como la Fiesta de Los Panes sin Levadura, como también del Pacto de la Circuncisión y el concepto principal de este estudio, "que la misma Torah o Una Torah tendrán los israelitas nativos como los gentiles".
No obstante, esta no es la única vez que este principio es mencionado, la Torah numerosas veces indica que los gentiles tienen parte de la misma Ley Moisaica, esto indica tanto sus obligaciones para cumplir el pacto de Dios como también que tienen derechos iguales a los de un israelita perteneciente a una de las doce tribus de Israel, como por ejemplo leemos en:
Éx 20:10 mas el séptimo día es reposo para Yehováh tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.
Éx 22:21 Y al extranjero no engañarás ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.
Éx 23:9 Y no angustiarás al extranjero; porque vosotros sabéis cómo es el alma del extranjero, ya que extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.
Éx23:12 Seis días trabajarás, y al séptimo día reposarás, para que descanse tu buey y tu asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero.
Lev 16:29 Y esto tendréis por estatuto perpetuo: En el mes séptimo, a los diez días del mes, afligiréis vuestras almas, y ninguna obra haréis, ni el natural ni el extranjero que mora entre vosotros.
Lev 17:8 Les dirás también: Cualquier varón de la casa de Israel, o de los extranjeros que moran entre vosotros, que ofreciere holocausto o sacrificio,
Lev 17:10 Si cualquier varón de la casa de Israel, o de los extranjeros que moran entre ellos, comiere alguna sangre, yo pondré mi rostro contra la persona que comiere sangre, y la cortaré de entre su pueblo.
(Leer cap 17 de Lev completo)
Lev 18:26 Guardad, pues, vosotros mis estatutos y mis ordenanzas, y no hagáis ninguna de estas abominaciones, ni el natural ni el extranjero que mora entre vosotros
Lev 19:34 Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. Yo Yehováh vuestro Dios.
Lev 22:18 Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel, y diles: Cualquier varón de la casa de Israel, o de los extranjeros en Israel, que ofreciere su ofrenda en pago de sus votos, o como ofrendas voluntarias ofrecidas en holocausto a Yehováh,
Lev 24:22 Un mismo estatuto tendréis para el extranjero, como para el natural; porque yo soy Yehováh vuestro Dios.
El listado podría continuar y me atrevo a decir que es una de las leyes o principios más reiterados en la Torah, pero por la extensión de este estudio me limitaré a compartir solo algunas referencias de la Torah en Éxodo y Levítico, ya que me he saltado varias, y para un próximo estudio podríamos explayar más sobre las enseñanzas del libro de Números o Bamidbar y Deuteronomio.
En cuanto a los versículos recién citados podemos concluir que los gentiles debían ser respetados, amados, tratados y ser aceptados igualmente que un israelita nativo o natural.
Y aunque la historia del blasfemo en Levítico 24 concluye con un final no feliz y poco ético, la sumatoria de todos estos pasajes nos permiten entender que Dios quería que el mitad egipcio mitad israelita y todos los gentiles sean parte de su Pueblo y tengan las mismas bendiciones y promesas, pues Una Torah había para ambos. No obstante, asimismo como se enseña que el extranjero debe ser amado, tratado y respetado, y debe ser parte de la comunidad o del pueblo de Dios, el extranjero también debía regirse por los mismos mandamientos y enseñanzas de la Torah, y por lo tanto, si nos los cumplía, ya que solo una Torah hay para todo el mundo, israelita o extranjero, este debía sufrir las mismas consecuencias.
Las dos historias de Levítico
Pese a que el libro de Levítico o Vayikra pueda parecer un extenso libro con numerosos detalles, en realidad solo contienen dos minúsculas historias: la historia de Nadav y Abihu, quienes Dios mató por ofrecer un sacrificio extraño en el altar, y la historia del blasfemo, que Dios mandó a matar, que pese a que su madre era israelita, la Biblia y la comprensión de los mismos antiguos israelitas lo denotan como un extranjero.
¿Qué relación hay entre ambas?
Nadav y Avihu
La historia de Nadav y Avihu (Véase estudio El Fuego extraño) no es una simple historia de la que extraigamos solo una enseñanza específica, o que solo permita descansar la vista entre tantos detalles minuciosos de la Torah que vemos en el libro de Levítico.
La Repetición Resuntiva de Levítico 10 y 16 permite entender al lector que la historia de Nadav y Avihu representa un ejemplo de lo que no se debe hacer en relación a todos los capítulos anteriores al capítulo 10, los cuales abarcan las instrucciones para mantener la santidad del Tabernáculo, y también sirve para indicar que lo que está entre el capítulo 10 y 16 son mandamientos que deben ser observados con mucho cuidado teniendo presente la historia de Nadav y Avihu, trasmitiendo seguramente que se deben guardar para que no mueran como ellos murieron, considerando que Dios mismo los quemó por no haber hecho conforme a Su Palabra.
En relación a que la historia del fuego extraño ejemplifica las instrucciones adyacentes de Levítico, desde el capítulo 1 hasta el 16, que hablan de la santidad de los sacrificios o del Templo, podemos entender que Dios quería enseñarles a los israelitas (especialmente a los levitas y sacerdotes) a guardar la santidad del Tabernáculo con la trágica muerte de Nadav y Avihú, a fin de que temiendo a esto procuremos hacer como Dios manda.
El blasfemo y los extranjeros
La historia del blasfemo, por otro lado, como se puede ver en la lectura de la parashá Emor, interrumpe un listado continuo de "Leyes de Santidad moral" que hablan desde la conducta sexual hasta el trato con los animales, o desde el trabajo de un agricultor hasta los mandamientos de guardar los respectivos días de reposo en el año para adorar a Dios. Esta historia, por lo tanto, no solo sirve para indicar "Qué hacer con un gentil que blasfema el nombre de Dios", como hemos indicado en la primera parte de este estudio, sino que transmite temor a los israelitas indicándoles que incluso los gentiles son juzgados por la misma balanza de Dios, para así enfatizar que deben guardar minuciosamente las instrucciones respectivas, pero además, para afirmar el pacto a los gentiles, de modo que no piensen que están excluidos del Pacto que Yehováh hizo con toda la nación de Israel.
Además, así como Levítico 1 - 16 se puede relacionar y entender en contexto de la historia de Nadav y Avihú, el libro de Levítico produce una ruptura en el capítulo 17 en adelante.
Desde el capítulo 17 en adelante las instrucciones son para toda la congregación de Israel, no solo levitas o sacerdotes. Además el capítulo 17 es el capítulo que más menciona a los extranjeros que cualquier otro capítulo de la Torah, y desde aquí en adelante incluso hasta el capítulo 25, después de la historia del blasfemo con una ciudadanía incierta, trae a recordatorio, el trato, las obligaciones y los derechos de los extranjeros que son parte de "La Congregación de Israel".
La conexión inmediata que traen ambas historias al contexto del libro de Levítico es que ambas sirven para ejemplificar dos grupos de mandamientos:
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La historia de Nadav y Avihu para los sacerdotes y temas relacionados a la santidad del Mishkan.
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La historia del blasfemo para toda al comunidad de Israel para comprender la Santidad de la conducta moral, la ética y los deberes como nación hacia su Dios como se describe desde el capítulo 17 al 27.
Pero además creo ver un detalle que no me parece arbitrario, sino que tiene un propósito que debe ser rescatado de la lectura simple.
A lo largo del libro de Levítico como es lo habitual en toda la Torah, Dios habla a toda la congregación o kehila de Israel enseñándoles diversas instrucciones.
Para graficar un ejemplo de aquellas instrucciones y transmitir temor a los israelitas (tanto nativos como extranjeros), Dios condena a muerte a las personas con un estatus más elevado de toda la congregación, los cohanim, ni más ni menos que los mismos hijos de Aaron, como también a una persona que ni siquiera podían determinar a qué grupo pertenecía, un mitad egipcio e israelita. Este detalle lo considero notorio pues creo que Dios quiere traer a memoria las leyes de juicio no solo para que sean aplicadas sino para comprender como o quien es Dios. Levítico 19:15 dice:
No harás injusticia en el juicio, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al grande; con justicia juzgarás a tu prójimo.
En el libro de levítico vemos cómo Dios juzga tanto al grande como a los más pequeños, a quienes de una otra forma la comunidad podría haber favorecido o desfavorecido, y la sumatoria de todo aquello es que Dios es justo y no favorece a un israelita, y ni si quiera a un "Cohen" como tampoco a un extranjero, cada uno es juzgado por Dios con la misma Torah, la Torah que Yehováh dio a Moisés.
Cuatro versículos para considerar
Éx 12:3 Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: ...
Éx12: 49 Una Torah será para el natural, y para el extranjero que habitare entre vosotros.
Lev 17:8 Les dirás también: Cualquier varón de la casa de Israel, o de los extranjeros que moran entre vosotros, que ofreciere holocausto o sacrificio,9 y no lo trajere a la puerta del tabernáculo de reunión para hacerlo a Yehováh, el tal varón será igualmente cortado de su pueblo.
Lev 25:23 La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es; pues vosotros forasteros y extranjeros sois para conmigo.
1.Cuando Yehováh habla a Moises en el capítulo 12 para "toda la congregación de Israel" las leyes a continuación incluían tanto responsabilidades para el nativo como el extranjero, por ende La Congregación de Israel era un pueblo mixto entre israelitas y gentiles (ej: Dios no dice habla a la congregación de Israel y a los gentiles sino, habla a la congregación de Israel, tanto a los nativos como a los extranjeros).
2. Los versículos más adelante confirmarían que Una misma Torah tendrían los naturales como extranjeros, no hay diferencia entre ambos.
3. Tanto los israelitas naturales como los extranjeros podrían ser cortados espiritualmente del Pueblo de Israel por no obedecer la Torah, esto confirma que los gentiles eran parte del pueblo, de lo contrario no serían cortados de ninguna parte.
4. Finalmente, Dios les dice a todos los israelitas que todos son extranjeros para Él.