Los votos de las mujeres
El estatus de una mujer en la Biblia es bastante cuestionable. Algunas narrativas como las de Devorah, Yael, Ruth o las hijas de Zelofeh2ad parecen fomentar la igualdad de género, pero algunas leyes de la Torah transmiten una ideología machista de parte de Dios o la cultura en la que la Biblia fue redactada.
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Parashat Matot comienza con las reglas para hacer votos, nederim (נדרים). Un voto, "una promesa estilizada que implica condiciones, reciprocidad y consecuencias", es un medio para crear y reforzar una relación con Dios, ésta era una característica central y duradera en la historia del antiguo Israel.
Ejemplos de נדרים ("Votos estilizados") en la Biblia
La estilización de los votos se refleja especialmente en su patrón "si ... entonces . por lo tanto..", que se encuentra, por ejemplo, en las siguientes historias:
Jacob en Bet-el (Génesis 28: 20-22)
וַיִּדַּר יַעֲקֹב נֶדֶר לֵאמֹר אִם יִהְיֶה אֱלֹהִים עִמָּדִי וּשְׁמָרַנִי בַּדֶּרֶךְ הַזֶּה אֲשֶׁר אָנֹכִי הוֹלֵךְ וְנָתַן לִי לֶחֶם לֶאֱכֹל וּבֶגֶד לִלְבֹּשׁ. וְשַׁבְתִּי בְשָׁלוֹם אֶל בֵּית אָבִי וְהָיָה יְ-הוָה לִי לֵאלֹהִים . וְהָאֶבֶן הַזֹּאת אֲשֶׁר שַׂמְתִּי מַצֵּבָה יִהְיֶה בֵּית אֱלֹהִים וְכֹל אֲשֶׁר תִּתֶּן לִי עַשֵּׂר אֲעַשְּׂרֶנּוּ לָךְ
Entonces Jacob hizo un voto, diciendo: “ Si Dios permanece conmigo , si me protege en este viaje que estoy haciendo, y me da pan para comer y ropa para vestir, y si regreso sano y salvo a la casa de mi padre— [entonces ] Yehováh será mi Dios . Y esta piedra, que he erigido como columna, será la morada de Dios; y de todo lo que me des, te apartaré un diezmo.
Guerra con Ardad (Núm 21:2)
וַיִּדַּ֨ר יִשְׂרָאֵ֥ל נֶ֛דֶר לַֽי-הֹוָ֖ה וַיֹּאמַ֑ר אִם־נָתֹ֨ן תִּתֵּ֜ן אֶת־הָעָ֤ם הַזֶּה֙ בְּיָדִ֔י וְהַֽחֲרַמְתִּ֖י אֶת־עָרֵיהֶֽם
Entonces Israel hizo un voto a Yehováh y dijo: " Si entregas a este pueblo en nuestras manos, [entonces] proscribiremos sus ciudades".
La hija de Jefté (Jueces 11: 30-31)
וַיִּדַּ֙ר יִפְתָּ֥ח נֶ֛דֶר לַי-וַיֹּאמַ֑ר הוָ֖ה אִם נָת֥וֹן תִּתֵּ֛ן אֶת בְּנֵ֥י עַמּ֖וֹן בְּיָדִֽי: וְהָיָ֣ה הַיּוֹצֵ֗א אֲשֶׁ֙ר יֵצֵ֜א מִדַּלְתֵ֤י בֵיתִי֙ לִקְרָאתִ֔י בְּשׁוּבִ֥י בְשָׁל֖וֹם מִבְּנֵ֣י עַמּ֑וֹן וְהָיָה֙ לַֽי-הוָ֔ה וְהַעֲלִיתִ֖הוּ עוֹלָֽה
Y Jefté hizo un voto a Yehováh diciendo: ' Si entregas a los hijos de Ammón en mi mano, [entonces] será : el que salga de las puertas de mi casa para recibirme cuando regrese en paz del hijos de Amón, y será para Yehováh, y lo ofreceré en sacrificio.
Este último voto de hecho es impactante y ha sido criticado por varios interpretes. La continuidad de la historia revela que Jefte le explicó a su hija la promesa que había hecho a Dios, en consecuencia su hija le responde (Jueces 11:36):
'Padre mío, le abriste la boca a Yehováh. Hazme conforme a lo que salió de tu boca , ya que Yehováh se vengó de ti de tus enemigos, los hijos de Amón.
Esta respuesta refleja el entorno cultural y social en el que los votos y juramentos se consideran estrictamente vinculantes. Un hombre que pronuncia un voto o hace un juramento está obligado a él sin excepción, incluso cuando la vida de su propio hijo está en juego. [Aunque debo aclarar que este acto es una abominación para Dios, Dios prohíbe tales sacrificios y no le mandó a hacer tal absurda promesa, la respuesta de la hija y de Jefte no obstante, transmite la importancia de los votos a los ojos de los antiguos israelitas]
El Tercer Mandamiento
La importancia de los votos se puede ver reflejado en el contexto cultural incluso antes de la Torah y la entrega de los mandamientos [por ejemplo, Jacob hizo jurar a sus hijos que lo entierren en Israel y José pidió lo mismo a sus descendientes]. Pero cuando Dios habló a toda la congregación de Israel para pactar con ellos, el tercer mandamiento que entregó fue:
ו לֹא תִשָּׂא אֶת-שֵׁם-יְהוָה אֱלֹהֶיךָ, לַשָּׁוְא: כִּי לֹא יְנַקֶּה יְהוָה, אֵת אֲשֶׁר-יִשָּׂא אֶת-שְׁמוֹ לַשָּׁוְא.
7 No tomarás el nombre de Yehováh tu Dios en vano; porque no dará por inocente Yehováh al que tomare su nombre en vano.
El cumplimiento de un voto a Dios es tan importante que su violación, es el único pecado en la Biblia con la descripción de que Dios no tomaría por inocente al que use su nombre vanamente. Tomar el nombre de Dios vana o falsamente se entiende como cualquier forma en el cual sea pronunciado el nombre de Dios y que conlleve una falsedad, esto se entiende como dar un falso testimonio en el nombre de Dios, hacer un voto en el nombre de Yehováh y no cumplirlo haciéndolo así vano, o hablar cualquier falsedad en el nombre de Dios como la de un falso profeta.
Votos en el libro de Números
En Números 6 la ley de los votos de Nazareos es introducida, indicando que cualquier hombre o mujer que quiera consagrarse voluntariamente a Dios puede hacerlo.
El rol de los nazareos no es claro en la Torah y en la historia de Israel. Se entiende que posiblemente juegan un rol similar al de profetas [Amos 2 :11]. No obstante lo que esta en juego respecto a la descripción de los votos en Números 30, es que los votos de las mujeres pueden ser vetado por sus cónyuges o padres, indicando así que no son autónomas o que sus decisiones no son valoradas.
אִישׁ כִּֽי יִדֹּר נֶדֶר לַי-הוָ֗ה אוֹ הִשָּׁבַע שְׁבֻעָה לֶאְסֹר אִסָּר עַל נַפְשׁוֹ לֹא יַחֵל דְּבָרוֹ כְּכָל הַיֹּצֵא מִפִּיו יַעֲשֶׂה
Núm 30:2 Un hombre que hace un voto a Yehováh o hace un juramento para vincularse a sí mismo: no profanará su palabra. Por todo lo que sale de su boca, lo hará.
El verso comparte el lenguaje usado por la hija de Jefté: כְּכָל הַיֹּצֵא מִפִּיו יַעֲשֶׂה. Esta frase enfatiza que un juramento o voto hecho a Yehováh debe cumplirse y no puede romperse, sin importar las circunstancias o consecuencias.
Esta simple imagen, sin embargo, contrasta marcadamente con las reglas para el voto de una mujer, que retoman el resto del pasaje (14 versos), explicando las circunstancias bajo las cuales las mujeres están y no están obligadas por los juramentos y votos que pronuncian. El pasaje explica que los votos de las mujeres dependientes, menores (vv. 4-9) o mujeres casadas (11-16), pueden ser anulados por aquellos de quienes dependen (padres, esposos), mientras que solo las mujeres independientes (viudas y divorciadas) deben cumplir automáticamente sus votos.
El versículo resumen de esta unidad deja en claro que esta sección no trata sobre los votos por decir, sino centralmente sobre los votos de las mujeres:
אֵ֣לֶּה הַֽחֻקִּ֗ים אֲשֶׁ֨ר צִוָּ֤ה יְ-הֹוָה֙ אֶת מֹשֶׁ֔ה בֵּ֥ין אִ֖ישׁ לְאִשְׁתּ֑וֹ בֵּֽין אָ֣ב לְבִתּ֔וֹ בִּנְעֻרֶ֖יהָ בֵּ֥ית אָבִֽיהָ
Esas son las leyes que Yehováh ordenó a Moisés entre un hombre y su esposa, y entre un padre y su hija mientras esté en la casa de su padre debido a su juventud.
Esto plantea una pregunta importante sobre la posición relativa de las mujeres y los hombres en el antiguo Israel: ¿Por qué las mujeres están limitadas por los padres o maridos en la realización de votos y juramentos?
El lenguaje de la Biblia es machista, no Dios
Una posible interpretación que ha sido ofrecida para corregir la perspectiva machista que este pasaje representa [Baruch Levine], trata de cómo la economía de la familia estaba en juego y sobre las posesiones que tenían las mujeres. Por ejemplo, un hija menor que depende del sostenimiento de sus padres no puede jurar a Dios donar "x" cantidad de dinero u ofrecer alimento para ayudar a los necesitados o para ofrendar al Templo, ya que no tiene el dinero para hacerlo y por esta razón su padre puede anularlo. Pero esta interpretación sufre algunos vacíos ya que si fuera el caso, la anulación de los votos también debería aplicar, por ejemplo, a un hijo menor que viva en la casa de sus padres, además, numerosos pasajes bíblicos hacen mención de cómo muchas mujeres casadas tenían posesiones, trabajos y poder de decidir [Ej Abigail, 1 Samuel 25 , Prov 31:16], indicando así que el dinero o bienes no eran la razón de este mandamiento. También, el voto que se describe en Números 30 no indica que trate de dinero o una promesa de bienes, sino una personal,
"Núm30:6 Pero si fuere casada e hiciere votos, o pronunciare de sus labios cosa con que afligiere su alma"
Por esta razón quisiera ofrecer una explicación que posiblemente se explique en su contexto escrito.
El hecho de que la Biblia de vez en cuando transmita un lenguaje machista u orientado a una audiencia masculina no es una sorpresa para los lectores de la Torah. Este dilema ya lo hemos compartido en otros estudios [Véase La Poción de la Torah]. Donde entendimos que había una realidad del cuál Dios es consciente y no puede "simplemente erradicar". Así como la esclavitud y los sacrificios, la vía que la Torah escoge no es dictar que la humanidad deje de hacer todo lo que hace y esperar que se conviertan mágicamente en personas justas y bondadosas, sino que trata los temas complejos que habían en su momento y los remedia con leyes y normas que les haría entender su error, y el mensaje ideal que el Dios de la creación les quería enseñar. Esta vía o lenguaje de la Torah se debe a que la Torah no es impositiva y dictadora, sino que es una "Enseñanza" que pretende cambiar nuestros corazones y mentes.
Explicación en contexto escrito
Una herramienta de estudio que hemos aprendido de la Torah, es la identificación de la "Repetición Resuntiva" que vemos en diversas narrativas bíblicas. Cada vez que una historia es interrumpida por otra, y luego de algunos versículos o capítulos se retoma la historia inicial, indica que es una "Repetición Resuntiva".
De la Forma que esta herramienta ha sido usada, es para entender que todo lo que esta entremedio, es un contexto que ayuda a entender el desarrollo de la historia principal, como una especie de "gran entre paréntesis". Esto nos ayuda a agregar contexto a historias que posiblemente sean más difíciles de entender para explicar el "por qué" o la enseñanza de la historia principal.
Un ejemplo clásico de Repetición Reuntiva es este:
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Dios ordena a Moisés sobre la construcción del Tabernáculo.[Éx 25]
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Esta historia es interrumpida por la construcción del altar y el becerro de oro.[Éx 32]
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Luego es nuevamente retomada con la construcción del Tabernáculo. [Éx 37]
[Esta interrupción sirve para entender la razón o importancia de por qué los israelitas necesitan un lugar de culto, como el Tabernáculo. De lo contrario cada cuál haría lo que su instinto lo lleva a hacer, como hacer imágenes de otros dioses y celebraciones no aptas para Dios]
La Repetición Resuntiva de Números [al menos una de ellas] se encuentra entre Números 6 y 30.
En Números 6 Dios enseña a los israelitas concerniente al voto que puede hacer cualquier hombre o mujer si quisiera ser un nazareo. A continuación de este pasaje tenemos diversas historias y leyes con valiosas enseñanzas pero después de 24 capítulos tenemos nuevamente la frase:
"Núm30:2 Cuando alguno hiciere voto a Yehováh, o hiciere juramento ligando su alma con obligación, no quebrantará su palabra; hará conforme a todo lo que salió de su boca."
Entre los capítulos 6 y 30 de Números tenemos varias historias donde la mujer es traída a recordatorio, como por ejemplo en:
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Núm 27, done las hijas de Zelofehad exigen su herencia, dado que las leyes culturales no le permitían heredar por ser mujeres. Esta narrativa instituye un principio fundamental, la mujer puede heredar sin ser representada por un hombre, pueden trabajar y o administrar [ej.] su fundo o campo [asimilado a lo que sería una empresa hoy en día].
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Núm 25, Israel se desvía de Dios y su Torah por ir tras las mujeres de Moab y Midian, quienes a través de la prostitución los hicieron acudir a Baal Peor. Todas ellas fueron instruidas por Balaam y guiadas por la princesa de Moab.
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En Núm. 20 se describe la muerte de Miriam la profetiza, que nos trae recuerdo de los tres lideres de Israel, Moisés, Aarón y Miriam. Miriam fue la que permitió que Moisés pudiera permanecer con vida en Egipto y quien guio al pueblo en danza y cánticos después de cruzar el mar de Juncos.
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Números 15 manda a toda la congregación a usar flequillos para así cumplir los mandamientos de Dios. La orden colectiva de B´nei Israel refiriéndose a hombre como mujeres indica el estatus de igualdad que ambos tenían y como cada uno personalmente tenía el deber de "Ser Santo" para Yehovah su Dios.
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Núm 12, Miriam murmura a Aaron sobre la esposa de Moisés, por el cual Miriam es castigada por Dios. Esta historia además nos revela el hecho de que Miriam también tenía el don de profecía manifestando que se consideraba igual en derechos que Aarón y Moisés. Ella sufrió el castigo por hablar mal de la esposa de Moisés, algunos creen que posiblemente transmitía una ideología racista que Dios quiso demostrar no estar de acuerdo. No obstante, a pesar de su juicio, Dios no habla nada en contra sobre el hecho de ser mujer y su igualdad de género y derechos que ella había reclamado, indicando así que tenía razón en su primer argumento, Miriam es igual que Moisés, Aarón o cualquier ciudadano o ciudadana de Israel, la razón de su amonestación se debe por haber hablado mal de una persona, perjudicando la integridad de ella [ la esposa kushita de Moisés] y de su hermano Moisés.
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Junto con la ley de Votos de Nzareos, Dios instruye concerniente a la ley de celos, una ley que es controversial por si misma, no obstante, entendiendo esta ley en su contexto cultural vemos que es una revolución que Dios estaba haciendo en aquel entonces para que los israelitas no maltraten a sus esposas como lo hacían las antiguas civilizaciones fomentadas por sus diversas religiones. Esta ley protegía la integridad de la mujer y pretendía impedir las emociones impulsivas de un esposo celoso [presumiblemente machista].
Todas estas historias pretenden ofrecernos un contexto para la ley de votos de la mujer. La cuestión es que estas historias junto al contexto cultural en el cual la Torah fue entregada, nos revela que la mujer era maltratada, no valorada, no podía heredar, administrar, ni exigir su derecho. La preocupación de que continuamente estos capítulos hablen de situaciones en la que la mujer se enfrentaba, Dios progresivamente fue corrigiendo esta ideología, así como progresivamente lo vemos redactado en la Torah, para que estas enseñanzas vayan moldeando nuestra concepción de las cosas y nuestra comprensión del "Ideal de Dios".
El síntesis es que de una forma u otra Dios es consciente del estatus de la mujer en aquel momento y quiere enseñar a los antiguos israelitas que la mujer puede incluso llegar a ser una persona "santa", "consagrada" a Dios así como los hombres. Ella pueda tener una relación personal con Dios, orar a Dios y hacerle una promesa, como la de Hannah por su anhelado hijo Samuel. Pero hay ciertos ordenes que ya sea por un contexto cultural o porque Dios prefiere mantener, sugiere que una mujer casada y una hija virgen, bajo la casa de sus padres, debe sostenerse a las decisiones del hogar.
Síntesis:
Las leyes sobre votos y juramentos reflejan la complejidad de las relaciones de género en el antiguo Israel, ilustrando algunos de los problemas de ver a Israel como una sociedad totalmente patriarcal.
Aunque podría verse como una sociedad que favorece a los hombres, la Biblia no sugiere que todos los hombres tengan poder sobre todas las mujeres. Si bien las leyes de los votos demuestran que las doncellas en la casa de sus padres y las mujeres casadas estaban subordinadas a sus padres o esposos, también muestra que otras mujeres —viudas y divorciadas— podían actuar como agentes independientes. Esta perspectiva demuestra que el pasaje no trata de hombres versus mujeres, enseñando así que no existe inferioridad de género, dado que la ley del veto de los votos de las mujeres solo se debe a las mujeres comprometidas a una familia. En sumatoria, esta ley se debe a un orden "familiar" no de género.
La historia de Ana, de hecho muestra que una mujer casada puede actuar independientemente de su marido. La Torah, de todos modos, como en Números 6 enseña que las mujeres pueden hacer un voto a Yehováh.
El hecho de que Parashat Mattot dedique catorce versos a discutir los votos de las mujeres, muestra que hay una preocupación para que las mujeres sean respetadas y sean integradas a una costumbre importante, permitiendo incluso a las mujeres sin estatus independiente una forma de comprometerse con juramentos y votos a Yehováh.
Finalmente quiero sugerir, que considerando que la prohibición de usar el Nombre de Dios vanamente [ej hacer un voto y no cumplirlo]es el único mandamiento de la Torah donde Dios expresamente enseñó que no tomaría a nadie por inocente [esto quiere decir, que hacer un voto falsamente acarrearía una consecuencia, como una maldición], este mandamiento de la anulación de los votos de una mujer puede que se deba a una "protección" para las mujeres. Por ejemplo, es probable que los hombres en aquel contexto cultural [y posiblemente sea un caso similar en este siglo] no hayan estado de acuerdo con una promesa o voto que una mujer [su esposa o hija menor] haya hecho a Dios. Debido a la cultura patriarcal que Israel, como todas las antiguas naciones solían tener, el hombre se vería tentado a interrumpir o hacer fracasar, con su desaprobación, el voto de su mujer. Esta ley entonces podría verse como una que protege la integridad de la mujer, culpando la anulación de su voto a su padre o esposo para que así la mujer no sufra la consecuencia de usar el Nombre de Dios vanamente.