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Terafines de Raquel

Descubrimientos arqueológicos   en Judea  dan Fe de la veracidad de la Biblia, La historia de Israel y su posesión ancestral de la Tierra; y ¿Qué hace Raquel con los Terafines de Labán? 

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Judea hembra de arcilla "figurillas de pilar". Jerusalén, Beer-Sheva, Tel Erani (8vo-6to AEC). Wikimedia / Museo de Israel

​‍Descripción general de las figuras encontradas

Se han encontrado miles de figuras de terracota que datan de la Edad de Hierro II (Primer Periodo del Templo) en sitios arqueológicos ubicados en el reino bíblico de Judá, incluida Jerusalén. Las figuras se dividen en dos categorías principales:
Figurillas humanas: las figurillas femeninas  forman la gran mayoría de las figurillas antropomórficas.   Estos son de   6    pulgadas de alto aproximadamente (con cabezales moldeados o menos comunes) y a menudo se agarran los senos.   Las figurillas masculinas, aparte de los jinetes, eran raras en Judá.
Figurillas de animales: el grupo más abundante son las figurillas zoomorfas (o animales); la mayoría de estos son caballos, algunos con jinetes a sus espaldas.   
Las estatuas también eran populares entre las naciones vecinas de Judá (como los israelitas del norte, filisteos y fenicios). Como todas las figuras fueron fabricadas individualmente (la única parte hecha en un molde fueron algunas de las cabezas), cada una es única en forma y tamaño, aunque las figuras comunes son muy esquemáticas y estereotipadas. Parecen haber sido comunes principalmente en contextos domésticos, es decir, en los hogares de las personas.   Su producción y uso parecen haberse detenido después de la conquista y destrucción de Babilonia del Reino de Judá en 586 AEC.   En todas las excavaciones en Judá bíblica, la cantidad de figuras zoomorfas es mayor que la de las antropomórficas, sin embargo, estas últimas tradicionalmente han recibido más atención.   Su identidad y función son el foco de los debates en curso en arqueología y estudios bíblicos.

Interpretaciones de la identidad, función y simbolismo de las figuras

Dado que las fuentes textuales no especifican los detalles de las estatuas, y la mención directa de las figuras de barro sigue siendo ambigua, el estudio de estas  figuras depende en gran medida del registro arqueológico y La Biblia hebrea.   Las figuras casi siempre se encuentran rotas y descubiertas en contextos secundarios, en contextos de basura o relleno (es decir, no en su lugar de uso original).   No contienen marcas distintivas, de identidad individual, mortal, divina, edad o estado, que puedan ayudar en la identificación e interpretación.   Por estas razones, se debate su interpretación. Numerosos académicos han ofrecido sus ideas sobre estas figuras.   Las preguntas típicas planteadas en las discusiones se han centrado en gran medida en a quién podrían haber representado las figuras y cómo se podrían haber utilizado: ¿Son representaciones de una deidad femenina como Asterot o Asherah? ¿Representan a una mujer humana? ¿Se usaron como objetos de adoración, hechizos de fertilidad, juguetes para niños o incluso algo más?

Identidad

​En la década de 1930, el destacado erudito William Foxwell Albright identificó las figuras femeninas con la diosa cananea Astarté (en hebreo ʻAštōreṯ).   Era una diosa extranjera, no judía, de Mesopatania (antigua Babilonia) de   fertilidad ,   sexualidad  y   guerra,    adoptada por los fenicios.   Esta identificación siguió siendo popular durante varias décadas. Más recientemente, sin embargo, los académicos han centrado su atención en Asherah (probablemente percibida como la "imagen" de YHVH en los tiempos bíblicos) [2 Reyes 21:7] según los registros bíblicos.

Funciones de las imágenes

Se han sugerido muchas teorías diferentes a lo largo de los años con respecto a la función y el simbolismo de estas figuras.

Fertilidad: Algunos estudiosos los han relacionado con prácticas rituales domésticas femeninas que otorgan abundancia y fertilidad al hogar.
Apotropaico: Otros estudiosos han sugerido que las figurillas pueden haber tenido una función apotropaica o curativa, publicando que fueron abordadas en oraciones o deseos en momentos de necesidad.
Amuletos:   Otros sugirieron que servían como amuletos para uso doméstico, es decir, como talismanes o amuletos de buena suerte.
Culto doméstico: Otros prefieren interpretar a las imágenes femeninas, junto con las figuras zoomorfas y jinetes, como representaciones populares relacionadas con la religión oficial del estado o con cultos prohibidos femeninos, extranjeros o incluso paganos. En otras palabras, las figurillas femeninas pueden personificar a una diosa.   Del mismo modo, algunos han sugerido que las figuras de animales y los jinetes pueden haber sido utilizados juntos en el culto doméstico para representar a Asherah y su séquito.

Terafines en la Biblia

​Los ambiguos   terafines    bíblicos   merecen especial atención.   Estos pueden entenderse, en algunas narraciones bíblicas, como objetos de culto a pequeña escala con una apariencia humana (Raquel robó los   terafines de    su padre   y los escondió debajo de su silla de montar en Génesis 31: 19–35; ver también Ezequiel 21:26; Zac. 10: 2 ), aunque el mismo término parece referirse a un "maniquí" de tamaño real en 1 Sam 19:13.   Los terafines   están prohibidos por la Torah y fueron también prohibidos en las reformas religiosas de Josías (2 Reyes 23:24).
Si bien los   terafines  mencionados en la Biblia pueden ser un candidato adecuado para  las figuras humanas femeninas encontradas (así como otras figuras), es imposible comprobar que fuera realmente esas imágenes y no fueran otras.

Raquel y los terafines
Perspectiva en contexto 

En Parashá Vayetzei  tenemos la famosa historia de Yaakov  huyendo de su malvado suegro Labán  junto a sus esposas y sus hijos, por una orden de Dios de volver a la Tierra Prometida. Labán lo persigue para llevarlo de vuelta, pero Dios le advierte en el camino de no hacerle mal, sin embargo, Labán no solo está molesto porque perdió a su empleado que le traía la buena suerte, sino que está molesto porque alguien se había llevado sus Terafines (imágenes de adoración). Sorprendente y desafortunadamente  es nuestra matriarca Raquel quien los había tomado.

ל  וְעַתָּה הָלֹךְ הָלַכְתָּ, כִּי-נִכְסֹף נִכְסַפְתָּה לְבֵית אָבִיךָ; לָמָּה גָנַבְתָּ, אֶת-אֱלֹהָי.
​לד  וְרָחֵל לָקְחָה אֶת-הַתְּרָפִים, וַתְּשִׂמֵם בְּכַר הַגָּמָל--וַתֵּשֶׁב עֲלֵיהֶם; וַיְמַשֵּׁשׁ לָבָן אֶת-כָּל-הָאֹהֶל, וְלֹא מָצָא

Gén 31:30   Y ya que te ibas, porque tenías deseo de la casa de tu padre, ¿por qué me hurtaste mis dioses?
34   Pero tomó Raquel los Terafim y los puso en una albarda de un camello, y se sentó sobre ellos; y buscó Labán en toda la tienda, y no los halló.

Raquel hurtó los Terafines de su padre, pero ¿Por qué lo hizo? ¿Qué motivos tenía?
Comúnmente  tendemos a observar a los personajes bíblicos como héroes, especialmente si se trata de los patriarcas, pero es inevitable   huir de este hecho registrado    en la Biblia, Raquel adoraba a los ídolos  .

Las imágenes    femeninas encontradas en Judea y en sus alrededores  (que no son del tiempo de los patriarcas sino del Periodo del Primer Templo), se cree que son las imágenes    de Asterot (Ashera) que es varias veces mencionada en el tiempo de los profetas. Esta diosa, que es adorada por las canaanitas, en realidad no es originaria de Canaán, sino Mesopotamia, de la Tierra de Abraham, de Labán, donde vivió Raquel. Si entendemos que Los Terafines que hurtó Raquel eran las mismas  imágenes    encontradas hoy por los arqueólogos en Israel, esto explicaría  su motivación por hurtarlos. Astarot era una diosa de fertilidad,  se usaba como amuleto  de curación, fertilidad, abundancia y adoración.  Raquel era estéril, culpaba a Jacob por no darle hijos [Esto explica que aparentemente ella no entendía que el poder para dar vida dependía de Yehovah] y esto aclara, a su vez, su obsesión    por las mandrágoras (Dunaim)  que consiguió Rubén. En otras palabras, Raquel tomó los ídolos    de su padre [que muy probablemente era Asterot]  para usarla como amuleto de fertilidad, dada su condición de in-fertilidad, poniendo entonces su confianza en cosas materiales y supersticiosas y no en la Fe de Abraham. 

Sumatoria

Hemos aprendido acerca de los últimos descubrimientos de arqueología encontrados en Jerusalén y en sus alrededores. Estas esculturas dan fe de la legitimidad de La Biblia como un libro verdadero, pues estos descubrimientos son prueba de las narrativas bíblicas, pero además, estas figuras traen a la memoria el pecado de nuestros ancestros, trayendo vergüenza a nosotros por nuestra infidelidad hacia el verdadero y único Dios de Israel.

Complementamos la información reciente de estos descubrimientos arqueológicos con la historia de Raquel en la lectura de   Parasha Vayetzei, revelándonos características de la matriarca, a veces indeseables de conocer, pero permitiéndonos entender, quizá la causa de su in-fertilidad y de su pronta muerte. Con esto no decimos que sea un hecho y estas imágenes son exactamente lo que hurtó la matriarca, en realidad no lo sabemos, pero es si   es una hipótesis bastante probable.

En sumatoria, y como herramienta de estudio, consideramos crucial el estudio de la Biblia junto con el contexto histórico y descubrimientos arqueológicos asociados a la historia de Israel, pues trae innovación al estudio y un entendimiento más completo de las historias bíblicas.

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