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¿Qué hacemos ahora?

Hemos leído la Torah una, dos, tres o décimas veces. ¿Qué se supone que debemos hacer ahora?

Una nota personal de Isaac Vejar, escritor de los artículos en UnaTorah.com

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Cada vez que llega esta temporada del Calendario Hebreo, donde pareciera que cerramos el año con la tercera fiesta de peregrinaje, Jag Sucot, y por tradición concluimos la lectura de la Torah para comenzar en el libro de Bereshit, nos puede dar algo de nostalgia y nos pueden surgir algunas preguntas.

Parece que al retomar lecturas que habíamos leído hace un año, donde se cree contener un mensaje divino y donde se concluye en el libro de Devarim que debemos diligentemente guardar estas palabras, nos genera una especie de reto, donde en lo personal no puedo proceder a leer el libro de Génesis sin previamente reflexionar y hacer una especie de resolución anual. ¿Qué aprendí este año? ¿Lo hice bien? ¿Mejoré como persona o degradé mi relación con Dios y como individuo? 

 

Cualquiera sean las preguntas o resoluciones, para quienes decidieron leer la Torah por primera vez, segunda, o ya numerosas veces de un modo reflexivo, donde nos dispusimos a aprender y modificar nuestras vidas por aquellas palabras, especialmente para quienes consideramos que la Torah es un mensaje de Dios, y éste mensaje es eterno y necesario para el ser humano, seguramente en la semana de Sukkot y Shemini Atzeret -Simjat Torah también tendremos que decidir, ya sea de un modo consciente o con nuestro subconsciente, qué haremos con la información que ya hemos adquirido. Además, si en este nuevo comienzo de la lectura de la Torah, nos relajaremos, continuaremos el estudio habitual o tradicional, o incluso si quizás nos volveremos más radicales o rigurosos en el estudio y en la observancia de la Torah.

Considerando las últimas palabras de Moisés....

ט  וַיִּכְתֹּב מֹשֶׁה, אֶת-הַתּוֹרָה הַזֹּאת, וַיִּתְּנָהּ אֶל-הַכֹּהֲנִים בְּנֵי לֵוִי, הַנֹּשְׂאִים אֶת-אֲרוֹן בְּרִית יְהוָה; וְאֶל-כָּל-זִקְנֵי, יִשְׂרָאֵל 

י  וַיְצַו מֹשֶׁה, אוֹתָם לֵאמֹר:  מִקֵּץ שֶׁבַע שָׁנִים, בְּמֹעֵד שְׁנַת הַשְּׁמִטָּה--בְּחַג הַסֻּכּוֹת 

יא  בְּבוֹא כָל-יִשְׂרָאֵל, לֵרָאוֹת אֶת-פְּנֵי יְהוָה אֱלֹהֶיךָ, בַּמָּקוֹם, אֲשֶׁר יִבְחָר:  תִּקְרָא אֶת-הַתּוֹרָה הַזֹּאת, נֶגֶד כָּל-יִשְׂרָאֵל--בְּאָזְנֵיהֶם 

יב  הַקְהֵל אֶת-הָעָם, הָאֲנָשִׁים וְהַנָּשִׁים וְהַטַּף, וְגֵרְךָ, אֲשֶׁר בִּשְׁעָרֶיךָ--לְמַעַן יִשְׁמְעוּ וּלְמַעַן יִלְמְדוּ, וְיָרְאוּ אֶת-יְהוָה אֱלֹהֵיכֶם, וְשָׁמְרוּ לַעֲשׂוֹת, אֶת-כָּל-דִּבְרֵי הַתּוֹרָה הַזֹּאת

Deut 31:9 Y escribió Moisés esta Torah, y la dio a los sacerdotes hijos de Leví, que llevaban el arca del pacto de Yehováh, y a todos los ancianos de Israel. 10 Y les mandó Moisés, diciendo: Al fin de cada siete años, en el año de la remisión, en la fiesta de los tabernáculos, 11 cuando viniere todo Israel a presentarse delante de Yehováh tu Dios en el lugar que él escogiere, leerás esta ley delante de todo Israel a oídos de ellos. 12 Harás congregar al pueblo, varones y mujeres y niños, y tus extranjeros que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman a Yehováh vuestro Dios, y cuiden de cumplir todas las palabras de esta Torah; 

Si ha tenido la oportunidad de leer algunos estudios sobre criticismo bíblico en nuestro sitio o bien, esta al tanto sobre esta área sobre la erudición bíblica; este pasaje puede complicarse más de la cuenta ¿Qué Torah le dio Moisés a los levitas si el libro que hoy conocemos como la Torah continúa por unos pocos capítulos más? ¿Cuándo es el verdadero Shemita, la cuenta de siete años? (para que la Torah sea leída) o ¿Cómo es que hoy nos podríamos congregar más de 20 millones de judíos en el Templo para escuchar la lectura de la Torah? Pero si pausamos aquellas ideas por un momento y recepcionamos el mensaje pleno y general que las últimas palabras de Deuteronomio quieren transmitir, enseñadas por Moisés, el profeta más grande de Israel, la enseñanza es simple; Debemos escuchar, leer (estudiar) la Torah para ponerla por obra.

 

De acuerdo al capítulo 31 de Deuteronomio, los hombres como las mujeres, los niños como los ancianos, y los extranjeros que se aliaron a Israel tienen al parecer la misma obligación y derecho de aprender estas palabras, para ponerlas por obra.

Por lo tanto, pese a haber olvidado o no haber entendido algunas porciones a lo largo de este año, si solo retomamos las últimas palabras de este, más la ilustrativa e inspiradora fiesta que reinicia esta lectura (Simjat Torah), nos es suficiente información para comprender que debemos continuar estudiando y esforzarnos en cumplir las enseñanzas de la Torah.

La tradición puede disuadirnos...

Para los judíos en Israel y al rededor del mundo, la lectura de la Torah es incuestionable, las comunidades y sinagogas dialogaran las palabras de la Torah a lo largo del año nos guste o no. Por lo tanto, sin mucho que decir, inconscientemente estaremos girando al rededor de la Torah y continuaremos el Hallel por una decisión personal o porque la Torah simplemente esta incrustada en nuestra cultura. Ya sea que la estudiemos o no, la Torah estará presente.

Pero a veces esta incapacidad de decidir si estudiar la Torah o no porque como sea se leerá una porción de ella en la sinagoga o lo escucharemos en más de una ocasión durante la semana, podría disuadirnos, desmotivarnos o perder interés en estudiarla. Especialmente si ya la has leído tantas veces como algo rutinario, que la mente se predispone a no aprender más.

Por consiguiente, pese a que los rabinos u organizaciones religiosas se esforzarán en siempre ofrecer una oportunidad para que los judíos se reconecten con su Fe, ya sea en las tradiciones, o en el estudio de la Torah, recomiendo que siempre nos dispongamos, hagamos una resolución anual y personal, y nos preguntemos si continuar con la lectura y el estudio de la Torah en este nuevo ciclo, porque puede pasar que la Torah siempre este presente como parte de nuestra cultura, pero no estemos realmente interactuando con ella.

 

En lo personal, previo a reiniciar la lectura de la Torah me gusta buscar perspectivas o métodos de estudio. Como por ejemplo leer la Biblia en conjunto de la arqueología, o las leyendas y narrativas de las naciones vecinas de Israel; o a veces enfocarme en extraer un mensaje ético incluso cuando por más que intentemos, la Biblia parece reflejar ideologías arcaicas y salvajes.  

Estos enfoques, poco convencionales me permiten leer una nueva Torah cada vez que tengo la oportunidad, no en el sentido que la Torah deba ser renovada o se vuelva monótona, sino donde el objetivo no es leer o confirmar una Fe preestablecida que muchas veces solo obedece una tradición de comentaristas, sino que permite expandir nuestra comprensión, donde al leer la Torah con múltiples enfoques nos permiten aprender múltiples enseñanzas cada vez que la leemos y a la vez ser más respetuosos con la diversidad de ideologías y personas que pueden identificarse con las enseñanzas que están en nuestro libro sagrado.  

¿Qué hay sobre los cristianos?

Donde las cosas se pueden complicar, es con la posición de cuál debería ser la relación entre los cristianos o gentiles, que es la mayoría de los lectores en este sitio, y la Torah.

Muchos cristianos quienes han aprendido y reconocen el judaísmo de Jesús, intentan guardar la Torah de una forma eufórica en aras de imitar los pasos de Jesús, conozco a algunos grupos que entendieron que Jesús era caraíta y profesan una forma de caraísmo, los que entienden que Jesús era fariseo o al menos enseñó a sus discípulos a hacerlo tratan de profesar una especie de judaísmo ortodoxo con el fin de seguir las instrucciones de su Maestro, y otros relajan un poco el concepto de las leyes porque prevalece la ideología de que Jesús expió por sus pecados y la ley no cambia los beneficios que pueden obtener de Dios.

Estas ideas, pese a que llevan ya décadas dando vuelta y se han formado congregaciones judeo-mesiánicas bien estructuradas, no han logrado construir una idea uniforme de pensamientos y pese a los esfuerzos de algunas congregaciones reformistas que apoyan estos grupos mesiánicos, el judaísmo mesiánico aun no ha sido aceptado por el consejo de sabios de Israel.

 

Además el cristianismo convencional se desentiende de estos movimientos mesiánicos y rechazan las enseñanzas de la Torah ya sea por anti-semitismo o porque no les concuerda el hecho de que se comprometen a guardar leyes si su Dios murió para librarlos de ellas.

No obstante, en nuestro sitio, como en muchos otros, vemos a cristianos de ambos grupos y muchos otros que no se identifican específicamente con estas denominaciones, que están enamorados de la Torah, la estudian a diario pese a que son desmotivados por sus líderes religiosos, y a otros no les es agradable o les es una opción participar de una comunidad judeo-mesiánica porque no se consideran judíos y no ven razón para identificarse distinto a lo que siempre han sido, cristianos.

Entonces ¿Cuál debería ser la posición de estos cristianos hacia la Torah? ¿Deberían guardar Pesaj u otras fiestas que recuerdan la historia del pueblo de Israel si no se consideran parte del pueblo judío?

Este ha sido un gran desafío que hemos tenido por muchos años en nuestro sitio, personas católicas, evangélicas y de algunos grupos mesiánicos nos piden orientación para comprender cómo interpretar ciertas leyes, si es que deben respetar una interpretación judía convencional (ortodoxa) para cumplir el mandamiento, o si seguir una línea caraíta. Otros preguntan si deben convertirse al judaísmo pero como hacerlo si siguen creyendo que Jesús es el Mesías. 

Por lo que he podido aprender, el judaísmo mesiánico es una respuesta a estas inquietudes, ellos ofrecen una comunidad a personas que se apasionan por la Torah y el judaismo, mientras se siguen identificando con Jesús.

Como interprete del Peshat sugiero que Dios no pretendía que todo el mundo se convierta al judaísmo, por lo que existen otras vías.

Inspirarse en las enseñanzas de la Torah, no necesariamente guardar la halajá judía.

ה  רְאֵה לִמַּדְתִּי אֶתְכֶם, חֻקִּים וּמִשְׁפָּטִים, כַּאֲשֶׁר צִוַּנִי, יְהוָה אֱלֹהָי:  לַעֲשׂוֹת כֵּן--בְּקֶרֶב הָאָרֶץ, אֲשֶׁר אַתֶּם בָּאִים שָׁמָּה לְרִשְׁתָּהּ 

ו  וּשְׁמַרְתֶּם, וַעֲשִׂיתֶם--כִּי הִוא חָכְמַתְכֶם וּבִינַתְכֶם, לְעֵינֵי הָעַמִּים:  אֲשֶׁר יִשְׁמְעוּן, אֵת כָּל-הַחֻקִּים הָאֵלֶּה, וְאָמְרוּ רַק עַם-חָכָם וְנָבוֹן, הַגּוֹי הַגָּדוֹל הַזֶּה 

ז  כִּי מִי-גוֹי גָּדוֹל, אֲשֶׁר-לוֹ אֱלֹהִים קְרֹבִים אֵלָיו, כַּיהוָה אֱלֹהֵינוּ, בְּכָל-קָרְאֵנוּ אֵלָיו 

ח  וּמִי גּוֹי גָּדוֹל, אֲשֶׁר-לוֹ חֻקִּים וּמִשְׁפָּטִים צַדִּיקִם, כְּכֹל הַתּוֹרָה הַזֹּאת, אֲשֶׁר אָנֹכִי נֹתֵן לִפְנֵיכֶם הַיּוֹם 

ט  רַק הִשָּׁמֶר לְךָ וּשְׁמֹר נַפְשְׁךָ מְאֹד, פֶּן-תִּשְׁכַּח אֶת-הַדְּבָרִים אֲשֶׁר-רָאוּ עֵינֶיךָ וּפֶן-יָסוּרוּ מִלְּבָבְךָ, כֹּל, יְמֵי חַיֶּיךָ; וְהוֹדַעְתָּם לְבָנֶיךָ, וְלִבְנֵי בָנֶיךָ

Deut 4:5 Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para tomar posesión de ella. 6 Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta. 7 Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? 8 Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?9 Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos. 

Siendo justos con el texto, este verso no dice cuál debería ser la posición de los gentiles (personas de las naciones) hacia la Torah en su forma práctica. Pero lo que si revela es cuál sería la intención de la Torah hacia la humanidad y cual sería su respuesta hacia ella.

De estos pasajes aprendemos que si Israel procuraba guardar esta Torah diligentemente, no agregando ni disminuyendo de estas palabras como Adonai su Dios les había ordenado, y si traspasaran estas palabras, estatutos y juicios a sus próximas generaciones, las naciones del mundo verían la veracidad de Dios (posiblemente con los milagros y anécdotas que acompañan la historia del pueblo judío). Además reflexionarían en sus justos juicios, y aceptarían la Torah como un mensaje "correcto" o "divino".

El pasaje no dice que las naciones del mundo se convertirán al judaísmo ni tampoco dice cómo específicamente llevarían a cabo la Torah ya que muchas de sus leyes están claramente relacionadas a la tierra de Israel y una cultura que se estaba formando en el pueblo hebreo. Pero indica una especie de reconocimientos o admiración que las naciones tendrían por la Torah del pueblo de Israel y aceptarían a su Dios como el Dios verdadero.

Sugiero que esta humilde porción en la Torah revela el objetivo de todo y la respuesta para este creciente interés en el mundo por YHVH y la Torah del pueblo judío.

Dios escogió a la nación de Israel, como enseñaron los profetas, para ser una luz al mundo, para que las naciones aprendan la justicia. Dios escogió a Israel no porque mereció ser escogido, sino que Dios formó o fundó al pueblo de Israel para ser una especie de arquetipo.

Cuando las primeras civilizaciones de nuestra historia ya estaban formadas, y entendían un concepto de "leyes", "orden cívico", o "conducta moral y ética", Dios decide interrumpir la historia humana e impartir una dosis de Torah (enseñanza) al mundo sembrándola en una familia que Dios establecería en el centro de la Tierra.

Los prodigios y la innegable ayuda divina que recibe la nación de Israel y todos los judíos al rededor del mundo desde tiempos antiguos hasta hoy son un reflejo de la veracidad del pacto de YHVH como se aprende de las bendiciones y las maldiciones de la Torah, para que así procuremos guardar la Torah.

Después de miles de años de historia y un pacto que nos perseguía donde sea que fueramos, la Torah es incrustada en nuestro ADN, ya sea que la guardemos o no es parte de nuestra cultura y nuestras costumbres giran alrededor de la Torah. 

Es en esta ecuación (que a lo largo de la historia no siempre ha sido estable) donde las naciones del mundo se inspirarán en los estatutos y juicios de Israel y reconocen la veracidad de este Dios. Si reconocen que su Dios es verdadero y por ende que las palabras que guían a este pueblo provienen de Dios, se infiere que la Torah profetizó que las naciones reconocerán la Torah como un mensaje divino.

Ya sea que lo cumpla o no, el cristianismo y el islam reconocen la Torah como un texto sagrado, (aunque con sus propias interpretaciones como ya es sabido). Ambas religiones cubren un gran porcentaje de la población humana hoy en día.

Digamos que Dios nos dio un impulso de bondad, que podemos ver y aprender de la Torah, pero el mundo e incluso los judíos debemos continuar la Torah que Dios nos dio..

La incógnita puede persistir, entonces ¿Deberían los gentiles guardar la Torah? y ¿Cómo deberían interpretarla?

Ya que la Torah responde a un momento específico de nuestra historia, lo que se entiende como el contexto cultural e histórico, y que fue redactada y transmitida como un código de leyes a la forma que lo hacían las antiguas civilizaciones; sugiero que las naciones del mundo no deberían leer, estudiar y guardar la Torah como se percibe en Israel. Cabe mencionar que ni el estado moderno de Israel se guía únicamente por la Torah o cumple con todas sus exigencias, pese a que a veces pueda ser gobernado por los partidos más radicales, Israel es un estado democrático donde las personas exponen sus derechos, son estas personas judías, seculares o religiosas, que por costumbre o contra toda la corriente, propusieron que su país siendo un estado judío se exija una observancia del Shabbat porque es una derecho humano, que su Torah les ha enseñado, como también que se logre respeto hacia movimientos LGTBQ+ porque la Torah nos enseña a amar a nuestro prójimo, no a apuñalarlos o discriminarlos.

Así como en el estado de Israel viven judíos que expresan sus ideologías y religiosidad de diversas formas, pero en general cada uno se inspira en la Torah y exige derechos y justicias que se desprenden de las narrativas y leyes que encontramos en la Torah, los primeros capítulos de Devarim enseñan que para el mundo, las naciones, cristianos o no, Dios pretendía que se inspiren y sean influenciados en la Torah para formar sus propias constituciones. El capítulo 4 de Deuteronomio da a entender que estas naciones incluso consideraban (en tiempo pasado) las creencias de múltiples dioses, y por ende se infiere que un sin fin de fiestas y costumbres se pudieron haber desarrollado.

 

Considerando que la Torah ofrece el concepto de conversión para quienes quieran ser como un natural de Israel, sin embargo, en esta porción las naciones tienen otro status donde no se convierten al judaísmo, un cristiano o cualquier persona que quiere aprender de la Torah y considera que son enseñanzas de un Dios, tiene todo el derecho a apropiarse de la Torah y vivirla, enseñarla a sus hijos o hijas y llevar a cabo todo cuanto quiera o pueda. Sin necesidad de judaizarse usando atuendos o artefactos que reflejan la cultura israelita, no necesariamente halladas en la Torah.

Un cristiano o una persona secular que simplemente estudió la Torah y llegó a reconocer que el Dios de Israel es verdadero y por ende también sus enseñanzas, puede intentar adecuar las enseñanzas de la Torah a su vida, ya sea estudiando la halajá judía o comprendiéndola en su contexto, pero no tiene por qué ser judío y mucho menos pensar que es inferior o que no puede cumplir la Torah porque no es judío. Dios entregó la Torah al pueblo judío, pero para que todo el mundo aprenda.

 

Por su puesto que habrán desafíos en cómo guardar la Torah si el entorno o la cultura es opuesta a la que deseas profesar, por ejemplo, si una fiesta nacional celebra a una deidad que no creo o celebra ideologías irracionales o anti bíblicas. Supongo que el tiempo se encargará por desvanecer costumbres que no parecen apropiadas a medida que evolucionamos intelectual y moralmente, pero respecto a las leyes de la Torah, en  realidad todos nos vemos enfrentados a cómo mantener la Torah viva o actualizada hoy en día.

En síntesis:

Por consiguiente, sugiero que Dios pretendía que las naciones consideren que la Torah es un mensaje divino y como tal, al reconocer la justicia y la bondad que esta imparte, reflexionemos en nuestras leyes, conducta e ideologías para transformar el presente y lograr un mejor mañana.

Una respuesta que parece tan ambigua como esta, me imagino que no es tan satisfactoria para quienes desean cumplir una exigencia religiosa, como quienes intentan encontrar la religión correcta que les enseñe el modo de vivir.

 

En contraste sugiero que la Torah ya nos ha enseñado el modo de vivir, y todas las instituciones que hemos formado, ya sean dentro del judaísmo o cualquier otra religión del mundo, no son nada más que expresiones humanas. 

Finalmente propongo que la Torah, la palabra de Dios, ya ha estado trabajando en el mundo, influenciando a las naciones desde tiempos antiguos y pese a que tenemos mucho por aprender o corregir, vivimos en un mundo con muchas mejores posibilidades de las que vivían nuestros antepasados. En cambio nuestra religiosidad solo cumple el objetivo de expresar lo que ya creemos. Sin dejar de expresar cualquier religión nos parezca apropiada o nos acomode, todos, judíos o no podemos seguir aprendiendo de la Torah y vivir conforme a sus enseñanzas.

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