Una vez más se finaliza el libro de Levítico en parashat Bejukotai, con las bendiciones y maldiciones, las cuales nos llevan a pensar sobre el control de Dios sobre todos los acontecimientos de la tierra, a su vez ligado a nuestro comportamiento ("si guardareis los mandamientos"). Estas palabras, condenadoras para algunos e inspiradoras o motivadoras para otros, además ofrecen un entendimiento de que existe una interacción entre lo terrenal y lo divino, en el cual se puede concluir que Dios no solo nos escucha, acude y responde, sino que "cambia" algo que iba a suceder, ya sea por su causa natural o bien por su edicto, que podría ser en respuesta a nuestras plegarias.
¿Qué es empíricamente verdadero?
A la Razón me refiero a aquello que se concibe como la realidad, lo que observamos, lo que genera resultados o consecuencias concretas, no idílicas, lo que puede considerarse empíricamente verdadero; a la religión me refiero a lo que ideamos, en este caso para quienes leemos este artículo, respecto a la Biblia. A "oraciones" me refiero a plegarias de petición, colectivas o individual (en esta ocasión no me refiero a los rezos litúrgicos).
A pesar de que podemos inmediatamente citar fuentes, en especial, debatir fervorosamente con pasajes bíblicos o de nuestra tradición sobre "la verdad", que según nuestras creencias están plasmadas en las palabras atribuidas al Dios de la Biblia, permítase previamente responder honestamente a algunas de estas interrogativas:
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¿Ha respondido Dios alguna de sus oraciones o peticiones?
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¿Responde Dios todas las plegarias que se le hacen?
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Si Dios nos escucha y acude a nuestras plegarias ¿Por qué no ha ayudado a aquellos que sufren continuamente, como por ejemplo por consecuencias de la guerra en Israel?
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Algunos argumentarán que de hecho esto es un juicio "divino" contra Israel por su pecado, entonces ¿Por qué Dios no actúa a favor de los gazatíes?
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Si para algunos la oración es verdaderamente efectiva, independiente que un evento se trate de un castigo o un beneficio, según como lo categorice el individuo, en este contexto ¿La oración no funciona?
Podría continuar y surgen un sin fin de interrogativas que nacen a partir del 7 de octubre de 2023, ¿Dónde estaba Dios? ¿No hubo alguna persona que pidió ayuda a Hashem mientras escapaban y mientras les perpetraban un sin fin de indescriptibles actos de violencia a ancianas como a bebés que todavía no veían la luz del sol? Sin mencionar que hay otra guerra en Ucrania, hambre y dictadura en el Medio oriente, como también en Sudamérica.
Por otro lado, hay quienes pueden fervorosamente defender que están viviendo (esporádicamente) el resultado de sus íntimas plegarias a Dios, como si los ojos del soberano Rey del Universos están fijados en que negocio o proyecto sería más exitoso para ese individuo, cuando de la historia, en los años pasados, podemos observar que hubieron ya incontables sucesos que parecen haberse salido del control de Quien aboga por el orden y el amor, y mucho menos parecía haber respondido a las plegarias de las personas, por lo general más humildes, que pagaban el precio de las abominaciones de los poderosos.
Sin embargo, sin afán de ofender o defender una postura ¿Podríamos sinceramente responder a la sumatoria de todas estas interrogativas acertando que Dios efectivamente responde a las plegarias?
Ahora bien, hay personas optimistas y apologéticas que pueden sostener que Dios efectivamente les responde porque formularon una plegaria y ya sea en un corto plazo o muy largo plazo consiguieron aquello que deseaban.
Pese a que puede ser cierto desde su punto de vista, por otro lado, es muy probable que lo que deseamos en la vida sea una de las opciones que podría acontecernos en un futuro cercano. Por ejemplo, pedimos por una oportunidad de trabajo o una beca estudiantil, pero a su vez estamos esforzándonos para conseguir aquello. La beca estudiantil no cae del cielo, sino que se emiten documentos y se presentan exámenes que acrediten. Similar es el proceso de trabajo. Es decir, los factores para conseguir ese óptimo resultado que deseamos y que a su vez pedimos a Dios dependen de la cantidad de riesgos, factores o personas que persiguen el mismo deseo.
Puede que a veces no consigamos aquel deseo y petición, por ejemplo, si perseguimos un puesto de trabajo, como ser el nuevo gerente de una gran compañía donde hay varios postulantes (que quizás también pidieron a Dios le conceda "esa bendición"). Como también puede ocurrir que consigamos justo lo que "habíamos deseado" por el azar, por ser más competente al juicio de quienes decidieron, o porque Dios efectivamente a mí me concedió ese puesto. -
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En aquel caso ¿Podríamos afirmar que aquello es una respuesta de Dios o una de las posibilidades que se esperaban?
Otro ejemplo, algunos queremos que Israel cumpla el objetivo de destruir por completo la tiranía de HAMAS y, Dios quiera, retornen todos los rehenes que quedan. Resulta que puede ocurrir lo uno o lo otro. Si efectivamente al pasar el tiempo Israel vence, entonces podríamos decir que "Dios responde nuestras plegarias" pero la verdad es que por otra parte quienes apoyamos esta causa de una u otra forma estamos trabajando para conseguir aquel objetivo, en el cual se ha visto que ha tenido sus frutos, como también han surgido más perdidas, refiriéndome a los soldados que han perdido sus vidas luchando.
Por consiguiente, el resultado de algo que se espera se puede justificar en Dios, a través de la Emuná, como también en nuestras capacidades como personas, desde el punto de vista racional.
Además, existen los del otro lado que piden a Dios para salvar a los gazatíes y que ellos prosperen en su causa, cualquiera sea. Por consiguiente. cuando se de "X" resultado al pasar los días, beneficiosos para unos y perjudicial para otro ¿Quién tendrá el derecho de decir que Dios o Allah les respondió acertadamente si cada uno pide por lo que quiere según su punto de vista?
En ese sentido no podemos en nuestra era, según lo que estamos viviendo, comprobar que las plegarias a Adonay son del todo efectivas o que lo que experimentamos o conseguimos en la vida es resultado de "una petición e intervención de Dios a favor nuestro" debido a que la observancia empírica nos enseña lo contrario, lo que conseguimos es resultado de nuestras acciones y esfuerzos colectivos. La gente perversa logra llevar a cabo sus deseos perversos porque se ponen de acuerdo y lo ejecutan, mientras los que queremos hacer algo de bien logramos lo nuestro según nuestras capacidades. En este sentido, la vida presenta una variación de escenarios donde el bien y el mal interactúan continuamente ya que vivimos en sociedad.
Ya sea que Dios responda las oraciones, o como se puede ver, que al parecer el destino está en nuestras capacidades ¿Qué nos enseña la Biblia al respecto?
¿Qué creían los autores de la Biblia?
La Torah, que se entiende como la fuente e inspiración de toda la Biblia Hebrea curiosamente nunca ordena "como precepto" a orar. Si bien, hay algunos que derivan e interpretan de los 613 un concepto de oración más asociado a la liturgia, recitación del Shema y la bendición de los alimentos, pero según el Peshat, que es la perspectiva que se procura en este sitio, no existe pasaje en la Torah que nos "ordene" a "orar", como mandamiento a pedir a Dios que haga algo a favor nuestro. (lo más cercano a este concepto sería que los israelitas toquen las trompetas de plata cuando iban a la guerra. Nótese que de todos modos estaban primeramente yendo a la guerra y luego se establece la creencia que por tocarlas Dios les ayudaría).
Ahora bien, si se puede observar que los personajes bíblicos oraban o buscaban de algún modo a Dios.
Isaac ora por Rebeca
El Midrash Jad Shenati, descubierto en Cairo Genizah, por ejemplo, critica a Abraham por no orar por Sarah cuando no podía tener hijos y alaba a Isaac por orar por Rebeca. Una historia bíblica que de hecho da favor a que la oración es efectiva, al menos en la época de los patriarcas, ya que después de que Isaac ora por su esposa, entonces Dios les concede el deseo de tener un heredero biológico. Pero la incógnita persiste ¿De verdad Isaac logró tener un hijo porque oró a Dios? Es decir, si Isaac no hubiese pedido a Dios, Dios nunca le hubiese dado hijos, entonces el pacto que Dios hizo a Abraham se vería afectado. Por consiguiente, pareciera en base a esta narrativa, que la Torah enseña que "los milagros" acontecieron por causa de la oración de Isaac, pero en realidad la misma enseña que acontecieron porque ya estaba determinado por Dios. Dios tenía que darle hijos tarde o temprano a Isaac.
Abraham intercede por Sodom
La historia propone que a pesar de que Dios podría haber continuado a su objetivo, que aparentemente era destruir tres ciudades, Dios decide dar a conocer sus planes a Abraham (para que Abraham interceda por su sobrino). Es aquí donde Abraham saca sus habilidades del medio oriente y comienza a negociar con Dios hasta no poder ni ofrecer diez personas justas que sean dignas de salvar a toda la ciudad por sus méritos. A pesar de los esfuerzos "o plegarias", esta historia demuestra que las cosas que Dios tenía resueltas a hacer no tenían cambios, incluyendo el haber revelado a Abraham sus planes para que mencione a su sobrino Lot. (En este sentido pareciera que Dios accede a la petición, pero en realidad Dios ya había considerado todos los factores y ocurriría lo que ya estaba destinado a ser).
עֶרְוַ֥ת אֵֽשֶׁת־אָחִ֖יךָ לֹ֣א תְגַלֵּ֑ה עֶרְוַ֥ת אָחִ֖יךָ הִֽוא
No descubras la desnudez de la mujer de tu hermano; es la desnudez de tu hermano.
José el soñador
La historia de José sin duda nos nubla la vista ya que inmediatamente vamos a la parte final de la historia donde todo lo deseado se cumple. Ahora bien, considerando las etapas durante todos esos años de incógnita, de separación con su familia y momentos desagradables que tuvo que pasar, ¿No se la habrá ocurrido a José pedir ayuda a Dios para que lo libere en algún momento? Sin embargo, pese a que sabemos que la historia tiene un buen final, aparentemente José y toda su familia tuvo que pasar lo que tuvo que pasar porque así fue según el comportamiento humano o según la providencia Divina. Es decir, sufrió todo lo que aprendemos en la Torah porque fue un niño mimado que se burlaba de sus hermanos, los hermanos actuaron según sus más innatos deseos, los ismaelitas lo vendieron porque es lo que hacían y fue esclavo en Egipto porque era el país más próximo que los adquiría. Aparentemente, ninguna oración, ni la de su destrozado padre Jacob pudo intervenir para que su hijo José regrese a casa o detenga alguno de estos tristes sucesos de su vida, porque todo lo sucedido obedece a la conducta humana, o según el ángulo de José después de todo lo acontecido, porque era Dios que controlaba el mundo, y en este caso todo lo que ocurrió era necesario para preservar con vida a su familia en una época de carestía.
¿Qué hay sobre el arrepentimiento?
Quizás estos ejemplos bíblicos puedan parecer contrarios a los que los salmistas enseñaron. Donde Dios aparece constantemente observando al pueblo de Israel y al mundo, y estuviere atento a la oración de súplica para ir y actuar, como si bien no pudiera actuar por su cuenta, sino solo en respuesta a la plegaria individual y colectiva. El libro de los Salmos no obstante, como también otras escrituras poéticas de la Biblia presentan múltiples perspectivas que no necesariamente reflejan una realidad, ni un mensaje directamente atribuido a Dios, sino a un deseo temporal y subjetivo, del salmista o escritor o del pueblo israelita en conjunto.
El libro de Deuteronomio, no obstante, atribuido a Mosiés, enseña que después de la maldición y la bendición descrita en el Pacto del Monte Ebal, cuando el pueblo de Israel retorne a Dios, entonces Dios actuaría a su favor:
א וְהָיָה כִי-יָבֹאוּ עָלֶיךָ כָּל-הַדְּבָרִים הָאֵלֶּה, הַבְּרָכָה וְהַקְּלָלָה, אֲשֶׁר נָתַתִּי, לְפָנֶיךָ; וַהֲשֵׁבֹתָ, אֶל-לְבָבֶךָ, בְּכָל-הַגּוֹיִם, אֲשֶׁר הִדִּיחֲךָ יְהוָה אֱלֹהֶיךָ שָׁמָּה
ב וְשַׁבְתָּ עַד-יְהוָה אֱלֹהֶיךָ, וְשָׁמַעְתָּ בְקֹלוֹ, כְּכֹל אֲשֶׁר-אָנֹכִי מְצַוְּךָ, הַיּוֹם: אַתָּה וּבָנֶיךָ, בְּכָל-לְבָבְךָ וּבְכָל-נַפְשֶׁךָ
ג וְשָׁב יְהוָה אֱלֹהֶיךָ אֶת-שְׁבוּתְךָ, וְרִחֲמֶךָ; וְשָׁב, וְקִבֶּצְךָ מִכָּל-הָעַמִּים, אֲשֶׁר הֱפִיצְךָ יְהוָה אֱלֹהֶיךָ, שָׁמָּה
ד אִם-יִהְיֶה נִדַּחֲךָ, בִּקְצֵה הַשָּׁמָיִם--מִשָּׁם, יְקַבֶּצְךָ יְהוָה אֱלֹהֶיךָ, וּמִשָּׁם, יִקָּחֶךָ
ה וֶהֱבִיאֲךָ יְהוָה אֱלֹהֶיךָ, אֶל-הָאָרֶץ אֲשֶׁר-יָרְשׁוּ אֲבֹתֶיךָ--וִירִשְׁתָּהּ; וְהֵיטִבְךָ וְהִרְבְּךָ, מֵאֲבֹתֶיךָ
ו וּמָל יְהוָה אֱלֹהֶיךָ אֶת-לְבָבְךָ, וְאֶת-לְבַב זַרְעֶךָ: לְאַהֲבָה אֶת-יְהוָה אֱלֹהֶיךָ, בְּכָל-לְבָבְךָ וּבְכָל-נַפְשְׁךָ--לְמַעַן חַיֶּיךָ
Sucederá que cuando hubieren venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y te arrepintieres en medio de todas las naciones adonde te hubiere arrojado Yehováh tu Dios, 2 y te convirtieres a Yehováh tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma, 3 entonces Yehováh hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te hubiere esparcido Yehováh tu Dios. 4 Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá Yehováh tu Dios, y de allá te tomará; 5 y te hará volver Yehováh tu Dios a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; y te hará bien, y te multiplicará más que a tus padres. 6 Y circuncidará Yehováh tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Yehováh tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.
Este pasaje es crucial cuando intentamos explicar y entender por qué nos ocurren desgracias en la vida. En cierto modo todos pueden aplicar esta norma a sus vidas individuales, como también a castigos colectivos, no obstante, estos pasajes van ligado a un pacto entre Dios y el pueblo de Israel, no el resto del mundo, por otro lado, es evidente que la historia del pueblo de Israel parece determinada por intervenciones divinas. De todos modos, sin intención de explicar lo respecto al control de Dios vs el Libre Albedrio y respecto a las maldiciones y las bendiciones, cuyos detalles nos permiten explorar un sin fin de opciones interpretativas, esta porción y todo lo relacionado, incluyendo la plegaria de Salomón que indica la oración escuchada en el Templo por motivos de "Teshuva", todas indican que es la "acción", nuestro cambio de hábitos o conductas que determinarían el bien estar o malas consecuencias en un futuro, no la oración.
Por consiguiente, explorando los preceptos bíblicos, los ejemplos de las plegarias de nuestros patriarcas y lo concerniente a el arrepentimiento que nuestro libro enseña, la oración no parece jugar ningún rol determinante en lo que se espera, sino que aparece como un concepto en una batalla entre la conducta humana y la intervención de Dios en ocasiones puntuales, según la perspectiva que se aplique.
¿Para qué orar según la Biblia?
Sin desmerecer el hecho de que alguien pueda creer y atribuir que ciertos acontecimientos se debieron al resultado de sus oraciones o deseos bondadosos más íntimos, pero a su vez conscientes de que no podemos confirmar que Dios efectivamente actúa cada vez que le pedimos algo, de lo contrario, si Dios no ha actuado a favor de tantas desgracias humanas tendríamos que atribuirlas a su obstinación ¿Por qué oramos o seguir orando?
Esta explicación no se encuentra expresa en nuestra Torah, por ello que el tema es ambiguo y difícil de exponer ya que se expone a altas críticas. No obstante, sugiero que la ambigüedad de este asunto, aunque en realidad la oración es mencionada casi en todos los libros de la Biblia, se debe a que la explicación la tenemos nosotros.
En otras palabras, no oramos porque sea un "mandamiento", un requisito religioso o algo que Dios espera de nosotros, sino que es una expresión natural del ser humano.
La oración reemplaza los sacrificios
A pesar de que los rabinos Talmúdicos consideraron apropiado cambiar o reconstruir algunos sacrificios del Templo por oraciones (bendiciones) y rituales, debido a la destrucción del mismo, Maimonades puede ser considerado el primero o al menos el más popular en explicar la razón de los sacrificios de la Torah desde un ámbito más filosófico, y en explicar también cómo Dios pretendía que estas arcaicas formas de adoración sean reemplazadas por las oraciones, aunque el ideal, según su criterio, era la contemplación pura de la Torah. [Maimónades. Guia de los perplejos].
Para Moshe Maimonades los sacrificios eran las formas de culto que los antiguos hacían a sus dioses porque simplemente era la forma en que ellos podían conectar e interactuar con lo divino, Israel, siendo una de esas naciones emergentes de estas mismas tradiciones y creencias, recibe el pacto de YHVH pero su forma de culto es influenciada por estas otras culturas. En Parasha Ki-tisa Dios les enseña sobre la justicia y les enseña que de forma voluntaria cualquiera podía presentar sus sacrificios pero en ausencia de Moisés lo primero que nace de ellos es la necesidad de hacer culto a través de ídolos y sacrificios.
Se sabe muy bien que este comentario es problemático a su propio comentario sobre Mishnei Torah, no obstante, aquí se puede entender cómo incluso la oración, según Maimónades, era una expresión de culto comparada a los sacrificios, que a su juicio era mejor, o más bien una evolución de la forma de culto más antiguo, los sacrificios.
Los profetas exhortan a la oración
Hoseas es uno de los profetas que exhorta al arrepentimiento junto con la oración, este pasaje además puede servir como la base del entendimiento de los rabinos y Maimonades sobre el reemplazo de sacrificio de bueyes por la oración.
ב שׁוּבָה, יִשְׂרָאֵל, עַד, יְהוָה אֱלֹהֶיךָ: כִּי כָשַׁלְתָּ, בַּעֲוֺנֶךָ
ג קְחוּ עִמָּכֶם דְּבָרִים, וְשׁוּבוּ אֶל-יְהוָה; אִמְרוּ אֵלָיו, כָּל-תִּשָּׂא עָוֺן וְקַח-טוֹב, וּנְשַׁלְּמָה פָרִים, שְׂפָתֵינוּ
ד אַשּׁוּר לֹא יוֹשִׁיעֵנוּ, עַל-סוּס לֹא נִרְכָּב, וְלֹא-נֹאמַר עוֹד אֱלֹהֵינוּ, לְמַעֲשֵׂה יָדֵינוּ--אֲשֶׁר-בְּךָ, יְרֻחַם יָתוֹם
ה אֶרְפָּא, מְשׁוּבָתָם--אֹהֲבֵם, נְדָבָה: כִּי שָׁב אַפִּי, מִמֶּנּוּ
Vuelve, oh Israel, a YHVH tu Dios; porque por tu pecado has caído. 2 Llevad con vosotros palabras de súplica, y volved a YHVH, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta el bien, y te ofreceremos los bueyes de nuestros labios. 3 No nos librará el asirio; no montaremos en caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia.
4 Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos.
El pasaje y contexto no obstante, insiste que es "el volver", el arrepentimiento de acciones, el dejar hábitos y abrazar otros, lo que determinarían el favor de Dios hacia el pueblo de Israel y no la oración como el factor determinante. Además, que la oración surge de los deseos de Israel por presentar un sacrificio, no es un requisito para Dios.
Jeremías lamenta la destrucción
Uno de los profetas más conocidos, y según mi opinión uno de los más problemáticos respecto a este tema, parece demostrar este conflicto entre la oración, la determinación o soberanía de Dios y las consecuencias de la conducta humana en sus íntimas plegarias sobre la destrucción de Jerusalén.
יב לוֹא אֲלֵיכֶם, כָּל-עֹבְרֵי דֶרֶךְ--הַבִּיטוּ וּרְאוּ, אִם-יֵשׁ מַכְאוֹב כְּמַכְאֹבִי אֲשֶׁר עוֹלַל לִי: אֲשֶׁר הוֹגָה יְהוָה, בְּיוֹם חֲרוֹן אַפּוֹ.
יג מִמָּרוֹם שָׁלַח-אֵשׁ בְּעַצְמֹתַי, וַיִּרְדֶּנָּה; פָּרַשׂ רֶשֶׁת לְרַגְלַי, הֱשִׁיבַנִי אָחוֹר--נְתָנַנִי שֹׁמֵמָה, כָּל-הַיּוֹם דָּוָה.
יד נִשְׂקַד עֹל פְּשָׁעַי בְּיָדוֹ, יִשְׂתָּרְגוּ עָלוּ עַל-צַוָּארִי--הִכְשִׁיל כֹּחִי; נְתָנַנִי אֲדֹנָי, בִּידֵי לֹא-אוּכַל קוּם.
טו סִלָּה כָל-אַבִּירַי אֲדֹנָי בְּקִרְבִּי, קָרָא עָלַי מוֹעֵד לִשְׁבֹּר בַּחוּרָי; גַּת דָּרַךְ אֲדֹנָי, לִבְתוּלַת בַּת-יְהוּדָה.
טז עַל-אֵלֶּה אֲנִי בוֹכִיָּה, עֵינִי עֵינִי יֹרְדָה מַּיִם--כִּי-רָחַק מִמֶּנִּי מְנַחֵם, מֵשִׁיב נַפְשִׁי; הָיוּ בָנַי שׁוֹמֵמִים, כִּי גָבַר אוֹיֵב.
יז פֵּרְשָׂה צִיּוֹן בְּיָדֶיהָ, אֵין מְנַחֵם לָהּ--צִוָּה יְהוָה לְיַעֲקֹב, סְבִיבָיו צָרָיו; הָיְתָה יְרוּשָׁלִַם לְנִדָּה, בֵּינֵיהֶם.
יח צַדִּיק הוּא יְהוָה, כִּי פִיהוּ מָרִיתִי; שִׁמְעוּ-נָא כָל-עמים הָעַמִּים, וּרְאוּ מַכְאֹבִי--בְּתוּלֹתַי וּבַחוּרַי, הָלְכוּ בַשֶּׁבִי
Lamentaciones 1:12 ¿No os conmueve a cuantos pasáis por el camino?
Mirad, y ved si hay dolor como mi dolor que me ha venido;
Porque Yehováh me ha angustiado en el día de su ardiente furor.
13 Desde lo alto envió fuego que consume mis huesos;
Ha extendido red a mis pies, me volvió atrás,
Me dejó desolada, y con dolor todo el día.
El yugo de mis rebeliones ha sido atado por su mano;
Ataduras han sido echadas sobre mi cerviz; ha debilitado mis fuerzas;
Me ha entregado el Señor en manos contra las cuales no podré levantarme.
15 El Señor ha hollado a todos mis hombres fuertes en medio de mí;
Llamó contra mí compañía para quebrantar a mis jóvenes;
Como lagar ha hollado el Señor a la virgen hija de Judá.
16 Por esta causa lloro; mis ojos, mis ojos fluyen aguas,
Porque se alejó de mí el consolador que dé reposo a mi alma;
Mis hijos son destruidos, porque el enemigo prevaleció.
17 Sion extendió sus manos; no tiene quien la consuele;
Yehovah dio mandamiento contra Jacob, que sus vecinos fuesen sus enemigos;
Jerusalén fue objeto de abominación entre ellos.
18 Yehovah es justo; yo contra su palabra me rebelé.
Oíd ahora, pueblos todos, y ved mi dolor;
Mis vírgenes y mis jóvenes fueron llevados en cautiverio.
En la oración, plegaria o llanto del profeta se puede fácilmente ver el doble estándar que la compone. Por un lado Jeremías acusa a los israelitas por los males que le sobrevinieron, por otro lado, acusa a Dios de ser quien dirige el escenario y fue quien dio poder al enemigo para causar destrucción, violar a las mujeres y llevar a los jóvenes al cautiverio.
Estas perspectivas o explicaciones se pueden desprender desde las narrativas de la Torah hasta los últimos profetas, la cuestión de cómo nuestro incumplimiento al pacto de YHVH traería consigo una maldición y por consecuencia Dios conduciría un escenario de juicio o castigo hacia Israel, donde una vez más la oración no juega un rol determinante, sino que solo parece una expresión natural del ser humano, incluso de los profetas que parecían entender de ante mano los sucesos a acontecer y sus razones. La oración parecía no tener ningún poder más que una expresión humana en respuesta a los terribles acontecimientos.
La Biblia, no obstante, es mucho más compleja.
La profecía fue escrita por hombres
כד וְשִׁלַּמְתִּי לְבָבֶל וּלְכֹל יוֹשְׁבֵי כַשְׂדִּים, אֵת כָּל-רָעָתָם אֲשֶׁר-עָשׂוּ בְצִיּוֹן--לְעֵינֵיכֶם: נְאֻם, יְהוָה.
כה הִנְנִי אֵלֶיךָ הַר הַמַּשְׁחִית, נְאֻם-יְהוָה, הַמַּשְׁחִית, אֶת-כָּל-הָאָרֶץ; וְנָטִיתִי אֶת-יָדִי עָלֶיךָ, וְגִלְגַּלְתִּיךָ מִן-הַסְּלָעִים, וּנְתַתִּיךָ, לְהַר שְׂרֵפָה
כו וְלֹא-יִקְחוּ מִמְּךָ אֶבֶן לְפִנָּה, וְאֶבֶן לְמוֹסָדוֹת: כִּי-שִׁמְמוֹת עוֹלָם תִּהְיֶה, נְאֻם-יְהוָה
Jeremías 51:24 Y pagaré a Babilonia y a todos los moradores de Caldea, todo el mal que ellos hicieron en Sion delante de vuestros ojos, dice Yehováh. 25 He aquí yo estoy contra ti, oh monte destruidor, dice Yehováh, que destruiste toda la tierra; y extenderé mi mano contra ti, y te haré rodar de las peñas, y te reduciré a monte quemado. 26 Y nadie tomará de ti piedra para esquina, ni piedra para cimiento; porque perpetuo asolamiento serás, ha dicho Yehováh.
¿Por qué Dios traería destrucción a Babilonia como consecuencia de la destrucción que causó a los hijos de Israel, si Jeremías e Isaías explican que fue Dios quien dio poder a Babilonia para causar todo ese mal a fin de castigar a los malvados hijos de Israel? (Ciro es incluso considero el mesías de Dios).
Esta dualidad o múltiples explicaciones ofrecidas a un mismo escenario o acontecimiento en la Biblia, es lo que los escolares académicos enfatizan para explicar que la Biblia de hecho fue escrita por múltiples autores y estos versos o narrativas no reflejan una realidad, mucho menos revelada por un Dios, sino que opiniones de antiguos religiosos o filósofos judíos que intentaban explicar o justificar las desgracias a través de la experiencia del Sinaí o una antigua creencia o leyenda.
En lo personal, esa postura es tan relevante como subjetiva como la "creencia" o religión. A medida que pasa el tiempo podemos encontrar más hallazgos arqueológicos y textos que confirman los muchos sucesos mencionados en la Biblia, que, pese a que estos fueron escritos quinientos años menos o cien años después de lo que una teoría o una creencia sugiere, los hechos parecen ser hechos no importa cuando se registraron.
Entonces cómo explicamos las diferentes explicaciones para un mismo evento en la Biblia de acuerdo a la propia Biblia y al propio autor o profeta. En otras palabras, Jeremías explica que un suceso se debe a la conducta humana, pero cuyas consecuencias están sujetas a la decisión y determinación de un Dios, cuando en su contraparte luego culpa y castiga a los perpetradores, desconectando por completo el rol que jugaba Dios en conducirlos a aquellas perversas acciones, por otro lado el pasaje en el libro de Ezequiel culpa a los malvados imperios, indicando que toda la desgracia de Israel recaía en la conducta de ellas y no en una decisión de Dios, ni en la conducta de Israel.
¿La visión o interpretación de Ezequiel?
Ezequiel no fue el único profeta en visualizar este tipo de visiones celestiales que explicaré a continuación, pero sin duda la cantidad de detalles que se ilustran en su visión hacen que nuestra imaginación comienza a vagar y concreten la imagen de Dios y cómo sería posiblemente el lugar de su morada.
El pasaje es tan peculiar, que reconocidos escolares, como el ufólogo suizo, Eric Von Däniken, ha propuesto que esta narrativa registra la aparición de ovnis en el antiguo Israel.(Chariots of Gods? 1968)
El filósofo y físico, Maimonades, también interpretaba que la visión de Ezequiel 1 reflejaba nociones desafiantes del universo.
Esta visión era considerada tan peligrosa que la mishnah incluso enseña lo siguiente, Mishnah Hagigah 2: 1:
אין דורשין בעריות בשלשה ולא במעשה בראשית בשנים ולא במרכבה ביחיד אל א אם כן היה חכם ומבין מדעתו
No se puede exponer sobre las reglas sexuales (Lev 18, 20) frente a tres [estudiantes], sobre la creación (Gen 1) frente a dos, o el carro (Ezequiel 1) frente a (incluso) uno, a menos que él es sabio y ya lo entiende por sí mismo.
Sin embargo, las descripciones de las ruedas, los ojos y las criaturas vivientes son tan intrigantes que se nos hace imposible no dedicarle un buen tiempo a esta lectura.
Las Criaturas (חיות)
A medida que la nube se acercaba, Ezequiel era capaz de distinguir cuatro “criaturas” (v. 5: ḥayyôt , lit. seres vivos), una de estas criaturas vagamente humanas tiene cuatro caras y cuatro alas (v. 6), así como “una sola pierna rígida” (v. 7, o: piernas rectas), cuyo pie (o: pies) termina en una pezuña de becerro.
Aunque sus pies son teriomorfos (forma de animal), sus manos, que se ven debajo de sus alas (v. 8), son antropomorfas. Siguiendo un aviso de que las criaturas no necesitaban volverse cuando miraban en una nueva dirección (vv. 9, 12), se describen sus cuatro rostros, que corresponden a los cuatro puntos cardinales [13]: un rostro humano al frente , la de un león a la derecha, un buey a la izquierda y un águila en la espalda (v. 10).
Criaturas híbridas aladas
Tales descripciones que comparten un paralelismo con las iconografías divinas en el antiguo Cercano Oriente, nos permiten entender cuál sería la intención de esta visión y si ésta deba ser considerada una visión celestial genuina. La más conocida de estas manifestaciones antiguas es la esfinge del antiguo Egipto. Con el cuerpo de un león, las alas de un águila y la cabeza de un ser humano, la imagen de la esfinge se trasladó de Egipto a Fenicia, de donde entró en la iconografía israelita o judaica en la forma de lo que se conoce como querubín.
Contrariamente a la tradición artística occidental, en la que los querubines se representan como una clase de angelitos lindos, [como las pinturas de Michelangelo Bounarroti] los querubines bíblicos son criaturas intimidantes que cumplían dos funciones principales: como guardianes del espacio sagrado o real y como pedestal o trono de una deidad invisible.
Aunque los fenicios influyeron en la iconografía del templo de Jerusalén (cf. 1 Reyes 5:15-26; 7:13-51), la palabra querubín ( kěrûb ) probablemente se deriva del acadio kāribu / kurību , uno de varios nombres de las imponentes criaturas híbridas que custodiaban entradas monumentales particularmente durante el Período Neo-Asirio en el primer milenio AEC . [ “Mischwesen. filologisch. Mesopotamien”, Reallexikon der Assyriologie 8:222–246, y A. Green, “Mischwesen. Arqueología. Mesopotamien”, Reallexikon der Assyriologie 8:246–264]
Los siguientes capítulos tienen mucho que decir respecto a las ruedas, los ojos, las alas que cubrían los cuerpos y finalmente lo que acompleja a todos los lectores, la imagen de Dios sentado en un trono sobre todas estas figuras.
A pesar de que los siguientes capítulos aclarecen la interpretación de esta visión, donde en vez de traer una imagen poco familiar a las citadas en otros pasajes bíblicos, indican que las criaturas en realidad eran los querubines del Templo, una figura familiar para el sacerdote Ezequiel antes que fuera deportado, y que las ruedas representaban un carruaje que permitía transportar al Sacerdote y profeta con facilidad donde sea que el Kavod de YHVH lo quisiese llevar, aun nos podemos y debemos preguntar si la visión transmite solo símbolos de un ser indescriptible e incorporal o refleja una realidad multidimensional.
Es decir, ¿La visión de Ezequiel realmente ilustra a Dios o Dios se mostró a Ezequiel, como también a Isaías y a Moisés, entre otros, de la forma que Dios sabía que podían entenderlo en su generación?
Si la visión realmente ilustra una verdad de lo celestial, entonces deberíamos reconocer que las estatuas de las deidades fenicias, egipcias, asirias y mesopotámicas que anteceden en cientos de años a Israel, son por lo tanto también genuinas ilustraciones de YHVH, de alguna forma extraídas de revelaciones divinas que preceden a la revelación de la Torah y la Biblia Hebrea. Si la visión de Ezequiel solo ilustraba lo que en su época representaba lo divino ¿Cuál sería su propósito? ¿Cómo entendemos esta ilustración? y ¿Por qué las criaturas aladas?
Las visiones son ilusiones representativas
Mientras hay muchas opiniones respecto a esta visión, una de mis favoritas es la ingeniosidad de Maimonades (Véase la Guía cap 3), en mi intento de ofrecer una interpretación Peshat de la Biblia, sugiero que la visión solo pretendía ilustrar a este ser divino de la forma en que los seres humanos entendíamos lo divino.
Cómo regla general, los profetas veían visiones que permitían convencerlos a ellos primeramente que era Dios quien les hablaba, donde en ocasiones se puede ver que ellos mismos negaban o rechazaban la visión.
Cómo ha sido notado por algunos escolares, la imagen de las ruedas con ojos permitía dar a entender a Exequiel que este ser divino podía transportarse donde quisiera y ver todo, enseñando así al profeta la omnisciencia de Dios.
La representación de Dios en trono es una claro simbolismo de un Rey, claramente superior y divino, ya que resplandece como una aurora, de la forma en que las antiguas culturas también representaban a sus dioses y reyes.
La criatura con cara de león representaba el reino de Babilonia, la criatura con cara de buey representaba a Cannan, y el águila el reino de Egipto. En estas tres zonas se pueden encontrar estas esfinges hibridas con cuerpos de animales, semi-humanas y aladas, cada uno de estos animales eran veneradas en estas distintas zonas geográficas o/y representaban a la deidad o y eran comúnmente situadas en las entradas de los templos y en los tronos. Al revivir esta visión junto al contexto cultural e histórico de la época, el profeta puede resumir que su Dios, YHVH estaba sobre esas criaturas, es decir los tres reinos que amenazaban a Israel, Canaan/Asiria, Egipto y Babilonia, cada una representada con una de sus deidades, eran nada más que el trono de YHVH. Transmitiendo así la soberanía del Dios de Israel aún sobre aquellas otras naciones aparentemente más poderosas que Israel.
Aquella interpretación sería consistente con la revelación de Isaías, donde Ciro es considerado el siervo de YHVH, y Babilonia, aun con el terror y las masacres en esta ocasión, de acuerdo al relato bíblico, cumple nada más que la voluntad divina. La misma descripción recibe Egipto.
Muchos de los detalles de esta visión claramente reflejan ideologías y concepciones de como los antiguos entendían el cosmos, ofreciéndonos un nuevo enfoque sobre Ezequiel capítulo 1 y la profecía en general, de que, en caso de tratarse de una revelación genuina de Dios, lejos de querer ilustrar a Dios y una realidad del cosmos, YHVH quiso manifestarse a Ezequiel de la forma que él pueda entender su soberanía según su contexto cultural, es decir según sus capacidades, para que lleve a cabo una misión de entregar un mensaje al pueblo de Israel.
En síntesis:
En resumen, antes de responder sobre la efectividad de "las plegarias", la cuestión del "Control de Dios" sobre los humanos y las leyes de la naturaleza están en juego. Es decir, previo a creer que, si rezo Dios me va a responder, primero tengo que pensar que Dios está escuchando, esperando que a una persona se le ocurra una idea, como si Dios no supiera que hay tanto mal en la tierra, y luego que Dios puede detener el libre albedrío de las personas y simplemente cambiarnos y detener todo lo que estaba pasando porque alguien pidió "x" cosa.
Ahora bien, la Torah no nos instruye concerniente a la plegaria (petición para que Dios haga un cambio) ese mismo patrón se ve en los próximos libros proféticos. Sin embargo, si existe evidencia escrita o un continuo debate sobre el hecho de que Dios tiene determinado todo lo que acontece ya que después de ver el fin de ciertas narrativas o periodos de tiempo, vemos lo que se podría categorizar como un final óptimo, armonioso, donde pareciera que, a pesar del sufrimiento y las tragedias, todo tuvo que ocurrir de determinada forma para que cumpla un propósito, que parece estar únicamente en los pensamientos y conocimiento de Dios.
Es bajo esta perspectiva, sobre la "creencia" de que nuestra vida no depende de nuestras capacidades sino de las que Dios tenga previamente establecida, es que las personas conservan al menos un mínimo grado de esperanza de que un Dios escucha sus deseos y quizás se compadezca a cumplir.
La oración es una necesidad humana
Sin embargo, considerando que la Biblia fue escrita en un contexto cultural e histórico distinto al nuestro, donde podemos evidenciar, ahora que leemos y estudiamos en retrospectiva, que muchas de sus narrativas y experiencias, incluyendo la naturaleza de la Torah no reflejan una verdad absoluta sino "una realidad" temporal o representación de la realidad en su época, que no podemos con certeza argumentar en base a un pasaje del Tanaj que Dios responde la plegaria porque Josué pidió que detenga el sol y este se detuvo, o del todo sostener que Dios controla todo porque vemos que la historia del pueblo de Israel parece determinada por Dios.
Como he compartido en estudios previos sobre "el control de Dios", solo podemos sostener aquella idea con optimismo cuando los sucesos ya ocurrieron y al final, aceptar como José en la Biblia: "ahora entiendo que esto fue la mano de Dios", pero es difícil, incomprensible, irracional y a su vez antibíblico sostener que lo que nos acontece tenga alguna relación con una intervención de Dios, ya que de ser así nuestra Torah no tendría ningún sentido (ya que esta nos enseña a construir el mundo con las enseñanzas que debemos poner en práctica).
Bajo esta lógica se entiende que cuando los patriarcas invocaron a Dios en tiempos de angustia, así mismo sus sucesores los profetas y también creyeron en el concepto de la recompensa, aquellas expresiones se deben a las necesidades humanas de satisfacer la incertidumbre y la dependencia de Dios. Donde ellos esperaban que en medio de una adversidad Dios revindicara sus vidas y a su vez "como un Dios que juega a los dados" estaría pendiente de aquellos que le orasen para conceder a ellos sus deseos.
Esto es, con todo respeto al lector, una ilusión, sin embargo, una creencia que puede satisfacer una necesidad importante de todos nosotros, especialmente en tiempos angustiadores cuando necesitamos descansar que el bien vendrá a nosotros porque nuestros pensamientos y sentimientos están turbados.
La misma Biblia en parte parece apoyar esta idea, dado que, como ha sido mencionado, la Biblia fue recibida y transmitida por hombres (cualquiera sea nuestra teoría de cómo fue escrita). Por lo tanto, esta perspectiva refleja una realidad de las personas que influenciaron en la redacción de ella, pero a su vez una necesidad real de las personas que nos antecedían y de nosotros en la actualidad. Podemos adoptar aquellas creencias como una verdad absoluta o leerlas en su contexto histórico y entender que aquellas explicaciones satisficieron a los antiguos israelitas según era su entendimiento, y podemos compartir sus creencias.
Quisiera enfatizar, que la plegaria colectiva, los rezos litúrgicos y las creencias que involucran todo aquello satisface una necesidad espiritual hoy en día y ofrece a muchos el consuelo necesario. En el cual, cada individuo con justo derecho puede identificarse en ellos y esperanzarse en un fin óptimo en consecuencia de sus rezos y de la creencia de que Dios se los concederá. Pero aquello es más como las personas le damos sentido a la vida, no necesariamente una verdad absoluta de los hechos. Por otro lado, es importante reconocer, y el objetivo de este estudio, que afiatarse mucho a esas creencias idílicas puede generar un gran quiebre psicótico y a veces a romper toda relación con Dios y los principios que una vez nos guiaron, cuando nos desilusionamos y vemos que ese Dios no parece acceder a lo que le pedimos.
Quizás ese Dios que seguimos nunca pretendía estar concediéndonos deseos y el encarecido slogan de la Torah "Cumple estos mandamientos de lo contrario...." pretendían reforzar nuestro interés y cumplimiento hacia aquellas enseñanzas, no a que nos condicionemos a que, si hacemos lo uno o lo otro, Dios tiene que darnos lo que pedimos.
(Entiéndase que esta es una perspectiva de algo desconocido, y usted es dueño de su mente, de sus ideas y de su propio razonamiento) Isaac Vejar U.