Después de haber ido al Monte Sinaí turístico, que irónicamente se encuentra en Egipto, consciente de que no era el real, sino que fue establecido por Helena la madre de Constantino, decidí hacer una búsqueda en la Biblia y en todas las fuentes que encontré para conocer si existe alguna evidencia de la ubicación del verdadero Monte Sinaí, el cruce del Mar Rojo y evidencia que testifique la travesía del pueblo de Israel en el desierto. Finalmente, llegue a la conclusión que éste tiene que estar en Arabia Saudita, hasta Pablo el apóstol del Nuevo Testamento lo dice:
Lo mismo dice Éxodo 12:26-27 :
“Hay en todo esto un simbolismo: estas dos mujeres representan las dos Alianzas. La primera Alianza, la del monte Sinaí, que engendró un pueblo para la esclavitud, está
representada por Agar, porque el monte Sinaí está en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, ya que ella con sus hijos viven en la esclavitud.” Gal. IV, 24-25
Por supuesto que esta cita no es definitiva, existe mucho más evidencia arqueológica, tradicional, histórica y bíblica pero es interesante considerar que fuentes judeo-cristianas tenían un consenso de que el Monte Sinaí estaba en Arabia Saudita. ¿Qué agenda o intención tendría el escritor de Galatás por debatir este tema o enseñar sobre la ubicación de este monte fuera del consenso turístico o académico? La verdad es que no sabemos, y el texto obviamente no se trata principalmente de eso, pero al menos, este texto llevo a Ron Wyatt, un cristiano aspirante en la arqueología a un impresionante descubrimiento.
Ron Wyatt fue uno de los primeros en descubrir este lugar, y fue tomado preso por las autoridades saudíes. Hoy la evidencia se ha difundido a tal punto que muchos arqueólogos han visitado el lugar y existe prueba abundante que acreditan la veracidad de las narrativas bíblicas.
Cuando fui inspirado a buscar estas evidencias nunca fue mi motivación buscar para ver si creer o no en los relatos bíblicos, ni tampoco para creer más o menos. Sino que fui inspirado en este versículo:
יד כִּי בַּפַּעַם הַזֹּאת, אֲנִי שֹׁלֵחַ אֶת-כָּל-מַגֵּפֹתַי אֶל-לִבְּךָ, וּבַעֲבָדֶיךָ, וּבְעַמֶּךָ--בַּעֲבוּר תֵּדַע, כִּי אֵין כָּמֹנִי בְּכָל-הָאָרֶץ
טו כִּי עַתָּה שָׁלַחְתִּי אֶת-יָדִי, וָאַךְ אוֹתְךָ וְאֶת-עַמְּךָ בַּדָּבֶר; וַתִּכָּחֵד, מִן-הָאָרֶץ
טז וְאוּלָם, בַּעֲבוּר זֹאת הֶעֱמַדְתִּיךָ, בַּעֲבוּר, הַרְאֹתְךָ אֶת-כֹּחִי; וּלְמַעַן סַפֵּר שְׁמִי, בְּכָל-הָאָרֶץ
Éxodo 9:14 Porque esta vez voy a enviar a tu corazón, y a tus siervos y a tu pueblo, todas mis plagas, para que entiendas que no hay en toda la tierra otro dios como yo.
15 Voy a extender ahora mi mano, y a ti y a tu pueblo los heriré con una plaga, y tú dejarás de existir.
16 A decir verdad, yo te he puesto para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea proclamado en toda la tierra.
Lo que el versículo 16 da a entender es que lo que Dios hizo con todo Egipto, por decir las plagas y el mayor milagro de todos, "El cruce del Mar Rojo", fue planeado por Él, a fin de mostrar su poder a toda la tierra y para que el nombre de Yehovah sea proclamado en toda la tierra.
Claramente todas las naciones de la Tierra aún no conocen al Dios de Israel ni proclaman su nombre, y por falta de evidencia arqueológica en historias como estas, peor aún, las personas están dejando de creer en Dios y muchos académicos aprovechan esta falta de pruebas para burlarse de las leyendas de los judíos. Por suerte, hay personas que se han esforzado en traer este conocimiento al mundo y pese a que el video es bastante breve en comparación de muchos otros hallazgos que se consiguieron posterior a este. El siguiente video testifica evidencia del cruce del mar rojo, del valle de Elim, la construcción del becerro, la roca partida y lo que sería el verdadero Monte de Moisés.