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La Ley Universal: Ama a tu prójimo como a ti mismo (Parte 2)

El origen y cómo el amor al prójimo se convirtió en la ley de oro y la base de nuestras modernas civilizaciones. (Parte 2)

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... La mayoría de los lectores de UnaTorah.com son cristianos o profesan la creencia de que Yeshúa es el mesías, y sé que el primer ejemplo sobre la mujer cananea puede parecer que hemos comenzado con el pie izquierdo, como dice el dicho, pero sin duda es justo decir que el mismo rabino judío popular también enseñó las mismas palabras de estos dos sabios judíos que le antecedieron basados en Levítico 19:18. 

Amor hacia el prójimo en Los Evangelios

En el Evangelio de Marcos, el primero de los evangelios canónicos, Jesús declara que esta ley es uno de los dos mandamientos más importantes para un judío, junto con el mandamiento de amar a Dios que se encuentra en el Shemá :

​Κατά Μάρκον 12:28 Καὶ προσελθὼν εἷς τῶν γραμματέων ἀκούσας αὐτῶν συζητούντων, ἰδὼν ὅτι καλῶς ἀπεκρίθη αὐτοῖς ἐπηρώτησεν αὐτόν· ποία ἐστὶν ἐντολὴ πρώτη πάντων 12:29 ἀπεκρίθη ὁ Ἰησοῦς ὅτι πρώτη ἐστίν· ἄκουε, Ἰσραήλ, κύριος ὁ θεὸς ἡμῶν κύριος εἷς ἐστιν 12: 30 καὶ ἀγαπήσεις κύριον τὸν θεόν σου ἐξ ὅλης τῆς καρδίας σου καὶ ἐξ ὅλης τῆς ψοσουυ. Κ. 12:31 δευτέρα αὕτη· ἀγαπήσεις τὸν πλησίον σου ὡς σεαυτόν. μείζων τούτων ἄλλη ἐντολὴ οὐκ ἔστιν.

Marcos 12:28 Uno de los escribas se acercó y los oyó discutiendo entre sí, y viendo que les respondía bien, le preguntó: ¿Cuál mandamiento es el primero de todos? 12:29 Jesús respondió: “La primera es (Dt 6:4–5): 'Escucha, oh Israel: el Señor nuestro Dios, el Señor uno es; 12:30 Amarás a YHVH tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y ​​con toda tu mente, y con todas tus fuerzas. 12:31 El segundo es este (Lv 19:18): 'Amarás a tu prójimo como a ti mismo.' No hay otro mandamiento mayor que estos.”

El Evangelio de Mateo, que recoge esta historia de Marcos con sus propias palabras, añade “de estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas” (22,40).  El pasaje paralelo en Lucas 10:25–28, el tercer Evangelio sinóptico, recorre los dos pasajes—ama a Dios y ama a tu prójimo—juntos, como si fuera un solo pasaje:

Κατά λουκάν 10:25 καὶ ἰδοὺ νομικός τις ἀνέστη ἐκπειράζων αὐν λέγων · Διδάσκαλε, τίσας ζωὴν αἰών κorro κληerv. 10:26 ὁ δὲ εἶπεν πρὸς αὐτόν · ἐν τῷ νόμῳ τί γέγραπται; πῶς ἀναγινώσκεις; 10:27 ὁ δὲ ἀποκριθεὶς εἶπεν· ἀγαπήσεις κύριον τὸν θεόν σου ἐξ ὅλης [τῆς] καρδίας σου καὶ ἐν ὅλῃ τῇ ψυχῇ σου καὶ ἐν ὅλῃ τῇ ἰσχύϊ σου καὶ ἐν ὅλῃ τῇ διανοίᾳ σου, καὶ τὸν πλησίον σου ὡς σεαυτόν. 10:28 .

Lucas 10:25 En ese momento, el erudito de la Torá ( nomikos ) se puso de pie para probar a Jesús. “Maestro”, dijo, “¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?” 10:26 Él (Jesús) le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees allí? 10:27 Él (el erudito de la Torá) respondió: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y ​​con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.” 10:28 Y él (Jesús) le dijo: Has dado la respuesta correcta; haz esto, y vivirás.” 

​De todas estas fuentes, está claro que para el primer siglo de la era común, Levítico 19:18 había alcanzado un estatus exaltado entre los intérpretes judíos como un mandamiento especialmente importante, trascendente en el sentido de que incluía a todos los demás. También debo enfatizar, que Jesús enseña que para alcanzar "la vida eterna" uno debe guardar la Torah, el mensaje del Shema Israel (Drut 6:4), es decir, según Jesús no hay que aceptar o reconocer que Jesús es el mesías, ni que es hijo de Dios, ni que murió o resucitó, o aceptar la asimilación entre Dios padre, hijo, espíritu, madre, etc. Está escrito en los versos recién citados.

Por otro lado, nada en las fuentes rabínicas o del Nuevo Testamento establece que ésta ley se aplica a todos los seres humanos. Incluso Jesús, como hemos leído, se rehúsa a ayudar a una extranjera porque no era lícito gastar sus energías con alguien que no sea de la comunidad israelita. Aunque su enseñanza sobre la mujer samaritana en el mismo pasaje de Lucas anteriormente citado parecía indicar que el amor al prójimo podría venir de una persona ajena, extranjera, incluso considerada un enemigo.

Esto nos lleva a una muy buena pregunta.

¿Debemos también amar a nuestros enemigos?

Desde la perspectiva cristiana, la historia sobre el amor hacia los enemigos en Mateo 5:43 es sin duda una de las historias donde los fieles cristianos se jactan y alaban las apasionadas palabras de inmensurable e irrazonable amor emitidas de parte de Jesús hacia la humanidad, como aquel que eleva el estatus de la Torah, o mejor aún, mejora o propone una ideología mucho más bondadosa y admirable que las enseñanzas de la cruel y malvada Ley de Moisés, al decir:

Κατά μαθθαίον 5:43 ἠκούσατε ὅτι ἐρρέθη · ἀγαπήσεις τὸν πλησίον σου καὶ μισήσεις τὸν ἐχθρόν σου. 5:44 ἐγὼ δὲ λέγω ὑμῖν· ἀγαπᾶτε τοὺς ἐχθροὺς ὑμῶν καὶ προσεύχεσθε ὑπὲρ τῶν διωκόντων ὑμᾶς, 5:45 ὅπως γένησθε υἱοὶ τοῦ πατρὸς ὑμῶν τοῦ ἐν οὐρανοῖς, ὅτι τὸν ἥλιον αὐτοῦ ἀνατέλλει ἐπὶ πονηροὺς καὶ ἀγαθοὺς καὶ βρέχει ἐπὶ δικαίους καὶ ἀδίκους. 5:46 ἐὰν γὰρ ἀγαπήσητε τοὺς ἀγαπῶντας ὑμᾶς, τίνα μισθὸν ἔχετε; οὐχὶ καὶ οἱ τελῶναι τὸ αὐτὸ ποιοῦσιν; 5:47 τί περισσὸν ποιεῖτε; οὐχὶ καὶ οἱ ἐθνικοὶ τὸ αὐτὸ ποιοῦσιν;

​Mateo 5:43 Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. 5:44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen, 5:45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos; porque él hace salir su sol sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos. 5:46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿Ni siquiera los recaudadores de impuestos (=gente mala) hacen lo mismo? 5:47 Y si saludáis solamente a vuestros hermanos y hermanas, ¿qué más hacéis que los demás? ¿No hacen lo mismo los gentiles?

Nuevamente concerniente al amor al prójimo, está claro que la audiencia de Jesús son los judíos, su mala comparación a los gentiles, que su paralelo en el libro de Lucas los caracteriza como "pecadores", enfatiza que no debían ser como ellos, en contraste, debían elevar ese amor al prójimo que puede entenderse como una naturaleza de la ética humana, lo que se entiende como la "Ley Natural", que por lo tanto, no tiene méritos, y a su vez expandir ese mismo amor hacia sus enemigos.

Este pasaje, no obstante, tiene algunas falencias.
​Como es bien sabido, entre los escolares bíblicos académicos del Nuevo Testamento, si comparamos los manuscritos más antiguos de los Evangelios, el primer problema que surge es que hay miles de manuscritos y ninguno es igual al otro, algunas frases fueron claramente agregadas y otras borradas posteriormente y esto hace difícil discernir cuáles palabras fueron originalmente dichas por Jesús, si es que fueron dichas.

En segundo lugar, este pasaje, que pretende enseñar sobre el amor, especialmente hacia el enemigo, muchas veces rivaliza las relaciones entre judíos y cristianos al ridiculizar la Torah que es considerada la Sagrada Palabra de Dios para el pueblo judío por una mejorada, al enseñar que "la Ley" decía que amen a su prójimo pero odien a sus enemigos, más Jesús les enseña algo mejor.

Finalmente, el mayor problema es que en ninguna parte de la Torah o la Ley, dice que debemos odiar a los enemigos, esto quiere decir que Jesús, o los escritores del NT no conocían la Torah lo suficiente porque su argumento se basa en un falso hecho y/o un falso testimonio de la Escrituras Hebreas.

Ahora bien, es justo decir que la Torah tampoco dice expresamente que debemos amar al enemigo, pero a través de los mandamientos de amor hacia el prójimo, podemos entender que estaba inferido. Además, como hemos leído de los propios versos de Levítico 19 al inicio de este estudio, el amor en estos pasajes, tal como lo enseña Jesús no es una cuestión de sentimientos, sino de acciones u obras.

Por ejemplo, Levítico 19, que es el pasaje en discusión, dice que no debemos guardar rencor o enojo hacia nuestro prójimo, no calumniarlo, no robar de el o de ella, no derramar sangre inocente.
Ampliando nuestra imaginación sobre estas descripciones ¿Por qué alguien tendría estos pensamientos de maldad hacia alguien que es bueno o hacia un amigo o ser querido?
Es obvio aquí que la Torah nos manda a ejercer estas obras de amor hacia personas que lógicamente no son nuestras personas favoritas (nuestros enemigos), a quienes lógicamente, no nos nace el instinto de desearles buenas cosas.
Es decir, desde esta perspectiva, practicar el amor hacia el prójimo, como hacia el extranjero, en el mayor de los casos es una acción que Dios nos demanda para ejercer hacia nuestros enemigos, no necesariamente las personas con quienes compartimos, ya que de aquello no habría necesidad de enseñar.

Por si no fuera demasiado claro, otros pasajes de la Biblia enseñan lo siguiente:

Éxodo 23:4  Cuando encuentres errante el buey o el asno de tu enemigo, deberás devolvérselo. 23:5 Cuando veas el asno de tu enemigo echado debajo de su carga y se abstenga de levantarlo, debes, ciertamente, levantarlo con él.

Prov 24:17 Si tu enemigo cae, no te regocijes; Si tropieza, no se alegre tu corazón.

Prov 25:21 Si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer pan; Si tiene sed, dale de beber agua.

Estos pasajes claramente describen la actitud que Dios espera que tengamos hacia nuestros enemigos, que cabe enfatizar que Jesús parecía haber correctamente enseñado, con la diferencia que es la Torah la que nos manda a obrar con amor hacia nuestros prójimos que pueden ser nuestros seres queridos, los extranjeros o los no tan queridos, indistintamente.

 

Además, debemos entender que nuestro trato al enemigo no lo exenta de un juicio por un crimen o cualquier otra ofensa que haya hecho, pues tanto como Yehovah es un Dios de amor, también lo es de justicia, y en la Torah Dios nos manda a obrar con amor hacia personas que nos hayan ofendido pero con justicia al impío. Es decir, el amor al enemigo no significa que si alguien te golpea tu le des la otra mejilla, como sería lógico, si alguien abusa a tu hija, no le das la otra o si roban tu vehículo no le pasas el otro, aquello no es amor de acuerdo a la Torah, porque la Biblia enseña que Dios castiga a quienes ama. Por lo tanto, el amor hacia el enemigo trata sobre no ejecutar el juicio con nuestras propias manos, no actuar con nuestro instinto animal destructivo. Es decir,  no hacer el mal hacia otras personas, incluso nuestros enemigos, así como tampoco queríamos o quisiéramos que ellos nos hubiesen tratado. Pero indefectiblemente cada persona debe pasar por su propio juicio. 

 


Un buen ejemplo del Nuevo Testamento de hecho es como Jesús enseña que deben orar por enemigos. Debido a que no especifica cómo orar por el enemigo, si Jesús enseñaba conforme a las Escrituras Hebreas, ya que en Mateo 5:17 dice que no vino a abrogar ni añadir la palabra de Dios, y que cualquiera que quitase una letra de ella será destruida (Versión Hebrea Shem Tov), es muy posible que él haya enseñado conforme a cómo la Biblia enseña que debemos orar por nuestros enemigos (Salmo 55, Salmo 59). Esta enseñanza cristiana en contexto del pensamiento del pueblo judío, comprobaría que el amor hacia el enemigo y el deber de orar por ellos trata sobre no ejecutar el juicio con nuestras manos, es decir, frenar la violencia o la venganza, y a su vez, pedir a Dios que haga justicia hacia los impíos, que sea Él, el que cobre venganza de los malhechores.

Conclusión:

Cómo el concepto del amor, el tratar al prójimo como a uno mismo y todo lo que aquello conlleva se infiltró en la historia universal es un historia que no creo que tenga una sola versión y tomaría más de un libro registrar.

Recuerdo haber estudiado en una clase de religiones del mundo en Estados Unidos sobre el origen del Budismo y cómo, según mi profesor en aquel entonces nos relataba, que el príncipe de India que dejó todo por hacer obras de caridad comenzó su travesía por el impacto que tuvo en él las enseñanzas de ética de la Biblia Hebrea, la Fe judía. Ahora bien, sabemos que el Budismo, era más un concepto humanista de vida, no ligado a ninguna deidad,  luego se difundió como religión después de la muerte de este príncipe, sin embargo, sus bases fueron fundada sobre ocho principios que sin duda originan de la Biblia y hoy una gran parte de países asiáticos y ateos del mundo se benefician de estos principios de amor hacia el prójimo que fueron influenciados por la Palabra que Dios le reveló al pueblo de Israel.
 
También se nos dice en la Biblia que de todas las naciones acudían a escuchar la sabiduría del rey Salomón, el rey de Israel, aquel que escribió en proverbios sobre la bondadosa actitud que hay que tener hacia nuestros enemigos, como también de los severos juicios que ejercía para hacer cumplir la justicia, un evento y periodo que sin duda pudo haber influenciado la formación de muchas naciones de aquel entonces que fueron la cuna de las naciones modernas de nuestros tiempos.

Del Periodo del Segundo Templo, también aprendemos que el amor hacia el prójimo, basado en Levítico  19, se volvió la "regla de oro", el principio fundamental de la Fe judía junto con el amor hacia Yehováh en el Shema (Deut 6:4). Esta adrede y aceptada interpretación se podría deber a que éstos son los dos únicos mandamientos en la Torah que incluyen la palabra hebrea "ahava" (amor). El cuál se cree ser la fuerza fundamental y más fuerte de nuestra Fe.

Sabemos por la historia del pueblo de Israel que muchos padecieron por predicar este mensaje, la lamentable historia de Rav  Akiva cuenta que fue envuelto en un rollo de la Torah a un poste y quemado vivo por declarar el Shema Israel, donde se nos enseña a amar a Dios y obedecer sus mandamientos, que por defecto tratan sobre el amor hacia el prójimo.

A su vez, aunque el Nuevo Testamento justifica la muerte de Jesús por otros motivos teológicos, sabemos que también padeció muerte y enseñó a las multitudes el mensaje sobre la unicidad de Dios, y el amor hacia nuestros prójimos.

El islam tiene su propia historia, y aunque en ciertos casos parece ser una religión lejos de esta ideología, algunas de las enseñanzas del Corán, también reflejan el amor que expresamente cita haber aprendido de los judíos, tanto de la Torah, que reconoce ser una revelación legítima del Dios de la creación hacia los israelitas y de las enseñanzas que ellos consideraban de un profeta, Jesús. 

Finalmente, el cristianismo, a pesar de todo el trayecto, los guerras y persecuciones, en su momento incrustaron de alguna forma las enseñanzas de la Biblia Hebrea a sus sociedades y  las palabras mas famosas de Jesús sobre el amor al prójimo.

 

 


Pareciera que cualquiera sean nuestras teorías, creencias o conocimiento que tenemos de Dios y de su Palabra, de la religión que profesemos y nuestra obstinada competencia por seguir y creer en una verdad, independiente nuestras teorías, Dios estuvo orquestando todo este tiempo la historia de nuestra humanidad, desde que sacó a los israelitas junto con sus enemigos opresores de Egipto hasta nuestros propios días para que al menos tengamos ese principio fundamental de Dios registrado en la Torah en nuestras vidas.

"Ama a tu prójimo como a ti mismo"

Tal como se describe en Deuteronomio capítulo 4, el pueblo de Israel debía ser un testimonio, una luz para la humanidad, a fin de que las naciones aprecien la sabiduría que emanaría de ellos, y así procuren seguir a Yehovah y sus mandamientos. De esta forma, creo que la Torah enseña que el amor al prójimo es un mandamiento universal, enseñando a los israelitas a ejecutar la bondad en sus comunidades y nación, con el objetivo de impactar el mundo, a fin de que todos los habitantes de la tierra logremos un futuro sin distinción entre etnias y libre de prejuicios, donde ejerzamos obras de justicia hacia los justos y misericordia hacia los que necesitan una muestra de bondad.

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