Introducción
Por lo general, cuando uno lee sobre la lepra en la Biblia, la primera impresión de la causa de esta enfermedad es ligada a la consecuencia del pecado y por defecto a un castigo directo por parte de Dios. Por ejemplo, Miriam, la hermana de Moisés, habla mal de él y cuestiona su autoridad y relación hacia Dios, como consecuencia, Dios trae lepra inmediata sobre ella.
Éste y otros ejemplos de lepra en la Biblia permiten inferir su causa y qué tipo de enfermedad es, si es solo una enfermedad común de aquellos tiempos, la cual Dios en su Torah quiso tratar o remediar, o si se trata de una enfermedad espiritual que Dios estableció por razones específicas algo desconocidas. Como sea, la lepra bíblica es [al menos en este siglo] un misterio, y por motivos de que estas instrucciones concernientes a la impureza, pureza y lepra son parte de la Palabra de Dios y por ende, parte de su libro de enseñanzas, es que quisiéramos detenerlos y entenderlas en su contexto, y cómo ésta, nos puede enseñar sobre Dios y su relación a la humanidad.
Ahora bien, a pesar de que Tzaraat [lepra] puede ser entendida en su contexto histórico en comparación con la cultura Mesopotámica [algo que trataremos en un siguiente estudio], en este estudio intentaremos explorar su significado espiritual y la controversia moral en cuanto a la causa de la lepra y la maligna consecuencia en contraste a la misericordia de Dios. O mejor dicho con la pregunta, ¿Cómo un Dios de amor permite o causa que las personas sufran de lepra por [supuestamente] desobedecer su palabra? ¿Qué hay de la gracia o misericordia?
Tzaraat no es Lepra
Lo primero que debe ser abordado, es qué tipo de enfermedad es la Lepra bíblica.
Tzaraat [el término hebreo encontrado en la Biblia] como ya es conocido, no es lo mismo que hoy en día entendemos como lepra o la enfermedad de Hansen. Esto es puesto que, como ha sido reconocido por los eruditos desde hace mucho tiempo, la traducción de las Biblias modernas de tzara'at como "lepra" (enfermedad de Hansen), deriva del término griego de la LXX lepra (que significa “piel escamosa o áspera”). Pero Tzaraat fue traducida como lepra, porque esta segunda [lepra] era una enfermedad común que los griegos consideraron similar a las descripciones bíblicas y consideraron una interpretación y traducción apropiada.
La lepra, no obstante, es generalmente una enfermedad cicatrizante que deja a la víctima desfigurada permanentemente. Los síntomas de la enfermedad de Hansen difieren radicalmente de los de Tzara'at . Esto se contrasta fuertemente en las descripciones de la parashá en la que una persona con tzaraat podría lograr una remisión completa y volver a ingresar al campamento sin ninguna evidencia residual de la condición de la piel antecedente.
De todos modos, la epidemiología global de la enfermedad de Hansen sugiere que su incidencia en la mayor parte del Medio Oriente es cercana a cero, por lo que los antiguos israelitas ni la conocían. Esto es reconocido como certero ya que estudios recientes sugieren que la lepra solo se introdujo en el Medio Oriente en los últimos tardíos 2000 años, mientras las descripciones de Tzara´at en la Torah datan a alrededor de 3400 años atrás. [R. Pinhasi, R. Foley, HD Donoghue, "Reconsiderando la antigüedad de la lepra", Science 312 (2005): 846. RM Heller , TW Heller , JM Sasson . Moho: “Tsara'at”, Levítico y la historia de una confusión ”, Perspect Biol Med , 46.4, otoño (2003): 588-91.]
En conclusión, Lepra no es Tzaraat, lepra solo fue una traducción que los griegos vieron apropiada [cuando tradujeron la Biblia hebrea] y permaneció en la mayoría de las Biblias que hoy en día tenemos al alcance ya que la mayoría usa como su fuente primaria, la Septauginta y el Latín Vulgata. Ahora bien, la traducción realmente no es importante si solo es el medio para poder comunicar a otro idioma, o sea, no se trata de debatir si usamos la palabra hebrea [tzaraat] o si decimos una griega [lepra], sino la percepción que esta palabra no original puede transmitir al lector ya que lepra es un enfermedad específica con una explicación biológica que de hecho permanece hasta la fecha, mientras Tzaraat es una enfermedad espiritual, biológicamente aun extraña e inexplicable y que cayó en inexistencia con la ausencia y destrucción del Templo de Jerusalén.
La causa de Tzaraat
Lo que más atrae a los interpretes sobre la lepra o tzaraat es su causa. ¿La lepra es causada por razones biológicas, razonables, tangibles o es algo meramente espiritual o divino? Por ejemplo, ¿A un individuo le dio lepra 1)porque trabajó en una minera o por mucha exposición de piel al sol como resultado una enfermedad similar a un cáncer de piel, o 2)Dios directamente causó que el individuo obtenga lepra por haber desobedecido su palabra o 3)por motivos espirituales desconocidos, como una prueba?
En cuanto a las características de los síntomas en la piel del Tzaraat podríamos explayar, que es una enfermedad biológica. No obstante, seguiría siendo un misterio como Miriam resultó enferma de lepra inmediatamente después de haber recibido el juicio de Dios, al igual que el rey Uzias por haber infringido las leyes sacerdotales. Sin embargo, cuando analizamos la lepra o tzaraat en la ropa o señales de tzaraat en las paredes de las casas, esto último ya escapa de cualquier explicación razonable, ¿Cómo puede tener una pared Tzaraat? y por lo tanto, requiere de una espiritual que solo la Biblia puede explicar.[Lev 13:47]
Ejemplos Bíblicos de Lepra
En la Biblia hay diversos ejemplos sobre lepra que permiten entender su causa o su relación a Dios, pero aun así, su causa no está expresamente informada. No obstante, la sumatoria de estos ejemplo permiten inferir un factor en común que permite entender la causa de esta extraña enfermedad.
Miriam, Lashon Ha-Ra-
Uno de los ejemplos más analizados sobre las causas de la lepra es la famosa historia de Miriam y Aarón, donde vemos que Miriam secretamente habló mal [lashon ha-ra] sobre la nueva esposa de Moisés y sobre la autoridad del mismo [Números 11-12]. En aquella narrativa, los tres se presentan ante un juicio delante de la divina presencia de Dios, y por profecía la integridad de Moisés es defendida, Miriam, quien había sido la que había hablado mal de Moisés, no así Aaron, contrae lepra instantáneamente. Ahora bien, la razón de por qué a menudo estas historia son relacionadas, es porque en Deuteronomio 24:8 parece ser la relación inmediata entre la lepra y su causa.
דברים כד: ח הִשָּׁ֧מֶר בְּנֶֽגַע-הַצָּרַ֛עַת לִשְׁמֹ֥ר מְאֹ֖ד וְלַעֲשׂ֑וֹת כְּכֹל֩ אֲשֶׁר-יוֹר֨וּ אֶתְכֶ֜ם הַכֹּהֲנִ֧ים הַלְוִיִּ֛ם כַּאֲשֶׁ֥ר צִוִּיתִ֖ם תִּשְׁמְר֥וּ לַעֲשֽׂוֹת: כד: ט זָכ֕וֹר אֵ֧ת אֲשֶׁר-עָשָׂ֛ה יְקֹוָ֥ק אֱלֹהֶ֖יךָ לְמִרְיָ֑ם בַּדֶּ֖רֶךְ בְּצֵאתְכֶ֥ם מִמִּצְרָֽיִם:
Deut 24: 8 En casos de afección cutánea [tzaraat o lepra], tengan mucho cuidado de hacer exactamente lo que le indiquen los sacerdotes levitas. Cuídense de hacer lo que les he mandado. 24: 9 Recuerden lo que Yehováh tu Dios hizo a Miriam en el viaje después de que saliste de Egipto.
Claramente lo que ocurrió a Miriam, como ya ha sido abordado, fue que contrajo lepra, ahora bien, el objetivo de este pasaje [Deut 24] es insistir y recalcar a los israelitas que cumplan diligentemente las instrucciones "levíticas" concerniente a la lepra, como es el tema principal de Parashá Tzaraat y Metzora. Sin embargo, en el relato de Número 11-12 concerniente a la historia de Miriam, ninguno de estos procesos son sobresalientes, pues Moisés pide por ella y su lepra es sanada instantáneamente, y aunque Miriam tuvo que seguir el protocolo sacerdotal, los siete días de apartamiento, los pasajes bíblicos no hacen mención de una inspección como debería haber sido en el caso de lepra, por algún sacerdote .
En síntesis, la historia de Miriam en el contexto de hacer todo lo que Dios dijo concerniente a la lepra en Deuteronomio 24, no se entiende de otra forma sino como un ejemplo de causa a la lepra.
Esto quiere decir que Deut. 24 está enseñándonos que, lo que hizo Miriam, difamación ( motzei shem ra ), es un causante para contraer lepra.
Al menos esta es la interpretación tradicional rabínica como ha sido enseñado por Maimonades : “Todos coinciden en que la lepra es un castigo por la calumnia” ( Guía para los perplejos III: 47).
No obstante, otros ejemplos bíblicos de lepra, no parecen inferir que tenga que ver con la calumnia, o al menos indicaría que no es su única causante.
Uzías ofrece incienso prohibido-
Otro ejemplo bastante conocido también, es el del rey Uzías, quien después de haber hecho lo recto delante de Dios y haber obtenido gran fama y victoria sobre sus enemigos, se enaltece y decide ir al templo de Jerusalén para oficiar una clase de sacrificio ante Dios. El sacrificio de incienso en sí no estaba prohibido, pero si para él, pues la Torah enseña que nadie que no sea sacerdote [kohen] descendiente de Aarón puede oficiar sacrificios, además de todo su proceso de pureza la cual el no hizo. Uzías fue sorprendido por los sacerdotes y confrontado por los mismos, y cuando Uzías tomó el incensario en su mano para quemarlo delante de Dios, Dios le hizo aparecer lepra en su frente en el instante, hasta el día de su muerte:
דברי הימים ב כו: יז וַיָּבֹ֥א אַחֲרָ֖יו עֲזַרְיָ֣הוּ הַכֹּהֵ֑ן וְעִמּ֞וֹ כֹּהֲנִ֧ים| לַי-הֹוָ֛ה שְׁמוֹנִ֖ים בְּנֵי חָֽיִל: כו: יח וַיַּעַמְד֞וּ עַל עֻזִּיָּ֣הוּ הַמֶּ֗לֶךְ וַיֹּ֤אמְרוּ לוֹ֙ לֹא לְךָ֣ עֻזִּיָּ֗הוּ לְהַקְטִיר֙ לַֽי-הֹוָ֔ה כִּ֣י לַכֹּהֲנִ֧ים בְּנֵי אַהֲרֹ֛ן הַמְקֻדָּשִׁ֖ים לְהַקְטִ֑יר צֵ֤א מִן הַמִּקְדָּשׁ֙ כִּ֣י מָעַ֔לְתָּ וְלֹֽא לְךָ֥ לְכָב֖וֹד מֵיְ-הֹוָ֥ה אֱלֹהִֽים: כו: יט וַיִּזְעַף֙ עֻזִּיָּ֔הוּ וּבְיָד֥וֹ מִקְטֶ֖רֶת לְהַקְטִ֑יר וּבְזַעְפּ֣וֹ עִם הַכֹּהֲנִ֗ים וְ֠הַצָּרַעַת זָרְחָ֨ה בְמִצְח֜וֹ לִפְנֵ֤י הַכֹּֽהֲנִים֙ בְּבֵ֣ית יְ-הֹוָ֔ה מֵעַ֖ל לְמִזְבַּ֥ח הַקְּטֹֽרֶת: כו: כ וַיִּ֣פֶן אֵלָ֡יו עֲזַרְיָהוּ֩ כֹהֵ֨ן הָרֹ֜אשׁ וְכָל-הַכֹּהֲנִ֗ים וְהִנֵּה ה֤וּא מְצֹרָע֙ בְּמִצְח֔וֹ וַיַּבְהִל֖וּהוּ מִשָּׁ֑ם וְגַם הוּא֙ נִדְחַ֣ף לָצֵ֔את כִּ֥י נִגְּע֖וֹ יְ -הֹוָֽה: כו: כא וַיְהִי֩ עֻזִּיָּ֨הוּ הַמֶּ֜לֶךְ מְצֹרָ֣ע| עַד י֣וֹם מוֹת֗וֹ וַיֵּ֜שֶׁב בֵּ֤ית החפשות הַֽחָפְשִׁית֙ מְצֹרָ֔ע כִּ֥י נִגְזַ֖ר מִבֵּ֣ית יְ-הֹוָ֑ה ...
Crónicas 26:17 El sacerdote Azarías, con otros ochenta sacerdotes valientes de Yehováh, lo siguió (= Rey Uzías) en [el Templo] 26:18 y, enfrentándose al Rey Uzías, le dijo: “No es para ti, Uzías, ofrecer incienso a Yehováh ... sino para los sacerdotes aaronitas, que han sido consagrados, para ofrecer incienso. Sal del Santuario, porque has transgredido; no habrá gloria en ello para ti de parte de Yehováh Dios ”. 26:19 Uzías, sosteniendo el incensario y listo para quemar incienso, se enojó; pero cuando se enojó con los sacerdotes, tzaraat estalló en su frente, frente a los sacerdotes en la Casa de Yehováh al lado del altar del incienso. 26:20 Cuando el sumo sacerdote Azarías y todos los demás sacerdotes lo miraron, su frente estaba infligida con tzaraat , así que lo sacaron apresuradamente de allí; él también se apresuró a salir, porque Yehováh lo había golpeado con una plaga. 26:21 El rey Uzías fue metzora [leproso] hasta el día de su muerte. Vivió en lugares aislados como un leproso, porque fue apartado de la Casa de Yehováh ...
Hay tres temas que considero importante para la interpretación de la lepra en este contexto:
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El pecado de Uzías consistía en ofrecer sacrificios cuando a él [no siendo del linaje de Aarón] no le era permitido.
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Cuando Uzías se enojó.
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Fue apartado de la casa de Yehováh.
1) El primer punto describe qué fue lo malo que hizo Uzías, y en contraste a Miriam, Uzías no calumnió a nadie, ya que la historia tiene un contexto completamente distinto. Pero ¿Cuál sería el factor en común para que Dios le causara tzaraat? [la misma enfermedad que a Miriam]. Quizás éste podría ser, como ha sido señalado por el erudito Jacob Milgrom, el contexto de Levítico y las leyes de "límites".
Si uno ha de notar el contexto adyacente al párrafo de Lévitico 12-15 nos encontramos con un factor en común, "límites". Ej: "los distintos tipos de sacrificios permitidos con sus restricciones, tiempos determinados de purificación, alimentos permitidos y aquellos límites que una misma carne puede tener para su consumo, como la prohibición de consumir su sangre y las partes seleccionadas de un animal [ver estudio Jelev y Sangre y el Nervio Ciático], la restricción de tener relaciones con familiares, apartar los extremos de un campo para los huérfanos, viudas y extranjeros y por ende se infiere marcar límites a un terreno, en fin. Lo que todos estos pasajes infieren en el contexto de las leyes de Lepra en Levítico y en relación a Uzías, es que el rey no respeto un límite que le fue ordenado, ya que como rey no le era permitido cumplir un rol sacerdotal y por ende traspasó aquellos límites fijados por Dios. Al menos aquella fue la reprensión que el sacerdote Azarías le indicó,
“No es para ti, Uzías, ofrecer incienso a Yehováh ... sino para los sacerdotes aaronitas, que han sido consagrados [apartados], para ofrecer incienso. Sal del Santuario, porque has transgredido [traspasado[el limite];"
Ahora, si límites es el factor en común, ¿Cómo se relaciona con la historia de Miriam?
Quizás el hecho de que haya hablado mal de alguien como indican los rabinos [lashon ha ra], no fue lo que a Dios realmente le desagrado a tal punto de enfermarla con lepra, sino el cuestionamiento de la autoridad o las decisiones de Dios.
א וַתְּדַבֵּר מִרְיָם וְאַהֲרֹן בְּמֹשֶׁה, עַל-אֹדוֹת הָאִשָּׁה הַכֻּשִׁית אֲשֶׁר לָקָח: כִּי-אִשָּׁה כֻשִׁית, לָקָח
ב וַיֹּאמְרוּ, הֲרַק אַךְ-בְּמֹשֶׁה דִּבֶּר יְהוָה--הֲלֹא, גַּם-בָּנוּ דִבֵּר; וַיִּשְׁמַע, יְהוָה
Núm 12:1 María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque él había tomado mujer cusita. 2 Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Yehováh? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Yehováh....
Lo que claramente se puede percibir de esta lectura y de los versículos que proceden, es que la calumnia de la nueva esposa que Moisés había tomado era solo el pretexto, pero la intención real era proponer por qué no, Miriam y/o Aarón podían también tomar el cargo de Moisés, Moisés siendo tan humano como cualquiera. En este contexto podríamos concluir que el pecado fue el mismo o similar al del rey Uzias, quien siendo rey quiso tomar un puesto que no le correspondía, traspasar un limite ya fijado por Dios.
2) El enojo es uno que podría requerir un análisis más profundo porque cabe recalcar que es una interpretación rebuscada, pero sin restringir la Biblia de que no todo está expresamente dicho sino del cual mucho se infiere. Es notable considerar que cuando Uzías es confrontado por los sacerdotes su primera reacción fue el enojo y la insistencia en hacer lo que no le correspondía. Esto, para mi, puede reflejar la "alevosía" y no un pecado por simple ignorancia o confusión. En este contexto, podríamos concluir que "traspasar límites" es la transgresión en común pero "alevosía" es la clave. Dicho de otra manera, no era solo que Miriam habló mal y quiso tomar el cargo de Moisés, o que así mismo que el rey Uzías se hizo pasar por sacerdote, sino que ambos se rebelaron contra Dios, transgrediendo con intención o alevosía mandamientos que Dios ya había establecido.
3) El tercer punto es quizás el más revelador, pues señala la verdadera consecuencia u objetivo de Tzaraat. Estar restringido de la Casa de Yehováh o de su presencia.
Al igual que a Miriam, Uzíaz fue restringido del Templo [aunque Miriam solo por siete días] y esto no solo es una prohibición territorial, de no poder entrar a un lugar determinado, como al Templo, sino es un señal de estar en una cierta separación de Dios o enemistad, ya que el individuo no puede acercarse a la presencia de Dios, la casa de Yehováh. En fin, esto nos revela qué significa para una persona que ha contraído lepra [tzaraat] y la razón o motivos para que Dios le cause lepra a las personas, para apartarlas e su presencia o de estar cerca de él, y por esto, la mayoría de intérpretes ven la lepra como una consecuencia de pecado o muerte espiritual o posiblemente la forma práctica de la frase bíblica "será cortado del pueblo" [el que no obedeciere a los mandamiento de Dios] [Éx 30:33]
Naaman y Guehazí-
En este último ejemplo vemos como Naamán, un importante oficial del ejercito Sirio, viaja a Israel para acudir al profeta Eliseo para ser sanado de su lepra. Su viaje es todo un éxito pues es sanado cuando sigue las instrucciones del profeta [cabe recalcar que en este tiempo, la nación de Israel sufría una inestabilidad monárquica y también sacerdotal, pues el reino del norte se separó y así mismo en su adoración y lugar sagrado(el templo), por lo que es justo entender por qué Eliseo no le indica sobre las instrucciones levíticas, además que siendo extranjero no estaba sujeto al pacto de Dios y de su pueblo Israel].
No obstante, la historia de 2 Reyes 5 sobre Naamán, no nos indica cómo o por qué él, siendo un extranjero, contrajo lepra. Esto además abre el campo interpretativo para preguntarnos si otras naciones sufrían también de Tzaraat o si ésta es una enfermedad única para el pueblo de Israel. Al menos esta historia rápidamente responde la duda, otras naciones también podían sufrir de lepra o tzaraat. Y su objetivo, al menos por el ejemplo de Naamán, era para que gentiles testifiquen las grandezas del Dios de Israel.
No obstante, la historia no concluye ahí, pues Naamán agradecido por el milagro, ofrece dar una remuneración a cambio del servicio prestado por el profeta Eliseo. Eliseo se niega a aceptar cualquier obsequio y lo despide como es usual para los profetas de Dios. Pero su criado, Guehazi, no desaprovecha la circunstancia y va tras Naamán e inventa una falsa historia sobre Eliseo, a fin de quedarse él, [Guehazi] con el oro y bienes ofrecidos. Guehazi vuelve a Eliseo y cuando Eliseo descubre su pecado y es reprochado, Guehazi se vuelve completamente leproso.
Nuevamente, esta historia o ejemplo de lepra en la Biblia ofrece un contexto completamente distinto a los anteriores, Guehazi no habla mal de nadie, aunque sí inventó una mentira para quedarse de los bienes, pero en conclusión, no calumnió a Eliseo ni ofreció un sacrificio indebido.
Siendo legalista, uno se preguntaría ¿qué ley transgredió? si bien, suena mal el hecho de que haya inventado una farsa para aprovecharse de los regalos de Naamán, si lo comparamos al pecado de Uzías o Miriam no fue algo tan grave, al menos para contraer lepra, quizás hubiese sido mejor haber llamado a Naamán y haberle aclarado la situación avergonzando a Guehazi de su malévolo plan, y que luego restituya lo que había tomado, entendiendo su pecado como una especie de estafa o robo.
Nuevamente nos preguntamos cual es el factor en común, o si la lepra o tzaraat es causada por diversos pecados que realmente no podemos categorizar.
Podría sugerir que haberse pasado por Eliseo, solicitando en nombre de su amo los siclos de plata que Naamán tenía, puede también verse como un ejemplo de traspasar límites. Ej:
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Guehazi se hizo pasar por el profeta Eliseo, no que se disfrazo de él ni aparentó ser él, sino de haber hablado en su nombre, traspasó su cargo y la integridad del propio Eliseo.
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No eran para él los bienes, la intención de aprovecharse de ellos fue tomar algo que no le correspondía, así traspasó un limite [nuevamente que no le correspondía pasar]
No obstante, esta última interpretación de traspasar límites no es tan clara como las anteriores. Probablemente sí sea un pecado de traspasar límites, pero quizás sea otro el factor en común como la difamación, no en el sentido de hablar mal [ya que Uzías no calumnió a nadie] sino la difamación específica de hombres de Dios que no solo se hace con la "mala lengua" sino con hechos [como cuestionar a Moisés, no respetar el servicio de los sacerdotes haciendo sacrificios, no respetar la palabra del profeta Eliseo, etc.] o probablemente no hay factor en común, Dios decide cuando una persona contrae lepra porque Dios conoce cada corazón.
Sumatoria de la Causa:
En síntesis, no hay un patrón, al menos para mí, específico que nos ayude a entender por qué pecado exactamente una persona puede contraer lepra o tzaarat, pero lo que sí vemos es que de estos cuatro ejemplos, tres [ya que de Naamán no sabemos], contraen lepra como una consecuencia de haber hecho lo malo delante de Dios.
Al reflexionar la totalidad de estos ejemplo pareciera que la lepra podría ser un castigo por transgredir pecados que no tienen una consecuencia, por ejemplo:
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Si uno roba, como consecuencia debe restituir.
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Si uno daña una propiedad o bien de alguien, como consecuencia debe restituir.
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Si uno comete un asesinato, como consecuencia debe morir.
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Si uno abusa sexualmente, como consecuencia debe morir.
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La idolatría es castigada con pena capital.
Así, muchas transgresiones de la Torah tienen consecuencias, pero ¿Qué hay de los que no guardan una fiesta bíblica, o si construyen pilares de idolatría sin ser sorprendidos, o si alguien come alimentos prohibidos por Dios?¿Qué consecuencia hay para aquellos?
La Biblia no describe una consecuencia física o inmediata para ellos más que el hecho de estar espiritualmente apartados, como si ya no fueran parte del pacto de Dios y por lo tanto, estuvieran lejos de recibir su salvación y las futuras promesas en el mundo venidero. Por otro lado, sí existen maldiciones por la desobediencia como vemos en Deut 26 en adelante, pero aquellas maldiciones son colectivas, no personales, o sea, si "todo el pueblo se aparta de Dios" vienen las maldiciones como castigo o corrección. Por lo tanto, nuevamente quedamos con la lepra como un misterio pero como una oportunidad para rellenar el vacío. Ahora bien, estos tres o cuatro ejemplos de lepra que hemos analizado en la Biblia no son prueba suficiente para categorizar pecados o para insinuar que si uno no come comida kosher contraerá lepra, o si uno comete alguna otra clase de pecado sin una consecuencia explicita en la Biblia será castigado con lepra, no, no hay claridad en ello. Pero en todo caso como ya ha sido abordado, la lepra sí esta claramente relacionada a ciertos pecados [posiblemente relacionado a los "límites"]. Esto nos lleva al último tema que abordaremos en este estudio. ¿Cómo entender la gracia o misericordia de Dios en relación a sus severos castigos?
Lepra vs La Misericordia
Una declaración que a menudo escucho, es que el Dios de la Biblia hebrea [el Antiguo Testamento] es un Dios de justicia, severo, un Dios de Guerra [Yehováh tzvaot- de los ejércitos], un Dios de castigo y odio, mientras el Dios del Nuevo testamento [¿Jesús?] es un Dios de amor de gracia y perdón. Esta creencia sin duda es ajena a las descripciones bíblicas del Dios de Israel y es más parecida a Zoroastrismo, donde se presentan dos dioses opuestos, un dios bueno y un dios malo.
En la Biblia hebrea, no obstante, Dios siempre es un Dios de amor, Moisés por ejemplo describe a Dios como un Dios clemente y grande en misericordia [Éx 34:7] , del mismo modo, Yehováh ordena a los sacerdotes a bendecir a los israelitas con Misericordia y gracia en su Nombre [Núm 6:25] y así sucesivamente en numerosas narrativas de la Biblia como en los salmos, vemos un Dios siempre dispuesto a perdonar y que desea el bienestar de su pueblo y no su sufrimiento o muerte perpetuo. Ahora bien, si esto es cierto ¿Cómo explicamos el hecho de que Dios castiga o causa la lepra a personas como Miriam, Uzias o Guehazi?
Las palabras de sabiduría de la Biblia probablemente sean la explicación.
יא מוּסַר יְהוָה, בְּנִי אַל-תִּמְאָס; וְאַל-תָּקֹץ, בְּתוֹכַחְתּוֹ
יב כִּי אֶת אֲשֶׁר יֶאֱהַב יְהוָה יוֹכִיחַ;
וּכְאָב, אֶת-בֵּן יִרְצֶה
Proverbios 3:11 No menosprecies, hijo mío, el castigo de Yehováh, Ni te fatigues de su corrección; 12 Porque Yehováh al que ama castiga,
Como el padre al hijo a quien quiere.
[Léase también Proverbios 13:24]
Estos pasajes revelan una perspectiva distinta a la que hoy entendemos como "gracia", "perdón" o "misericordia" de Dios, dando a entender que el castigo o corrección de Dios [como la lepra] no es un acto malvado de Dios, como una venganza por desafiar o desobedecer su palabra, sino es un acto de amor. En otras palabras Dios castiga al que ama y por defecto de este estudio, Dios castigaría con lepra a los que ama, no a los que aborrece. En este sentido, la lepra se entiende como una oportunidad para que el individuo medite en sus acciones y corrija sus caminos y por esto se puede ver que es un gran acto de amor y misericordia de Dios el hecho de que permita que las personas sufran consecuencias.
Como último ejemplo me gustaría proponer dos escenarios:
Si fuera un trabajador de cualquier empresa y por "x" razones llego tarde al trabajo o no cumplo con el contrato numerosas veces, sería mejor
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un despido inmediato.
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o una carta de advertencia.
En base a este ejemplo quiero dar a entender que la lepra es como la segunda, una carta de advertencia, que nos permite despertar y meditar en lo que hemos hecho mal y tener otra oportunidad. Ahora bien, lepra puede sonar aterrador, ¿por qué no solo un resfrío o algo similar? Existen numerosas explicaciones científicas de lepra o Tzaraat que analizan el por qué de esta enfermedad, que de hecho, interesantemente se relacionan a menudo a las barreras o limites de nuestro cuerpo, la piel, pero sin entrar en aquellas reveladoras enseñanzas, ya que son un tema por sí solo que requeriría de otro estudio, quiero dar a entender que la exclusión del pueblo de Dios, entendiéndose como la muerte espiritual [el ser apartado o erradicado del pueblo] no es una cosa menor.
Si una persona viola los mandamientos de Dios está en un estado de muerte y su salvación depende de ello, por lo tanto, si la persona contrae lepra siendo esto una alarma para despertar al individuo a fin de hacerle consciente de sus faltas ante Dios es una gran muestra de favor y misericordia de Dios. Dicho de otra manera, si un individuo peca contra Dios y Dios no hace nada al respecto, la persona mantendría su conducta y su finalidad sería la perdición eterna. Mientras si fuere corregido mientras vive, Dios le estaría dando una oportunidad para ser resucitado y tener una vida completa en el Reino de los Cielos.
En conclusión, Tzara´at [lepra] puede ser interpretada como una muestra de amor de parte de Dios.
Parece extraño pero es preferible un sarpullido en la piel para alarmar nuestros sentidos y que en subordinación y obediencia cumplamos las leyes levíticas, y después de haber meditado y corregido nuestras acciones recibamos la sanidad de parte de Dios y una lección de vida, antes una muerte severa y eterna sin oportunidad de haberlo remendado.