Devar Torah -Mishpatim
Palabras de Torah por Isaac Vejar
Publicado 17.02.2023
Debar Torah Parasha Mishpatim
La porción de Mishpatim es una de mis favoritas no solo por el hecho de que contiene diversos temas que entretienen nuestros pensamientos en cuanto a las ideologías que refleja la Biblia y lo polémico que éstas pueden ser, sino más bien por la carencia de justicia que podemos ver en ellas y lo que infiere todo esto.
Moisés tenía que subir nuevamente a la montaña y Dios le instruyó una serie de juicios (Mishpatim) para que en su ausencia, los jueces puedan resolver problemas civiles cotidianos.
En diversos estudios he intentado abarcar más de uno de estos mandamientos que tratan sobre la esclavitud, la poligamia y la famosa ley de "ojo por ojo" para entender que aquello no es lo que el Dios de Israel estaba ordenándoles sino que aquella era una realidad de aquella época innegable. Dios, los jueces y los civiles no podrían ignorar simplemente el hecho de que en aquel tiempo un hombre adquiría a una mujer como un sirvienta, o que personas se vendían como esclavos para salir de la pobreza, o que la ley común para hacer justicia en temas de indemnización en aquella época trataba de cómo hacer sufrir de la misma manera a la otra persona.
Pero si aquel no es el ideal de Dios ¿Por qué incluso tratar el tema de la esclavitud en aquel tiempo específico o incluso el tema de si un hombre toma a una segunda esposa?
Me gustaría recalcar que aquel no era el ideal de Dios sino aquello se debe a la limitada comprensión y justicia que había en aquel tiempo, pero creo que hay una valiosa enseñanza que aprender sobre la misericordia de Dios en estos temas.
Muchas personas cuando escuchan hablar sobre la Ley de Moisés, la Torah o cualquier cosa relacionada a la religión, específicamente lo concerniente a la Biblia Hebrea, tienen la idea de que la Torah y los que profesan aquella Fe se creen o son personas exclusivas, santas y/o radicales. Esta porción, con este gran listado de juicios que se deben a los continuos errores y mal comportamientos del ser humano nos enseña que la Torah lejos de ser una guía de santos, es una revelación dada a los seculares, a quienes Dios sabe que en medio de una discusión podríamos ser tentados a golpear a nuestro prójimo, o a personas que podría aprovecharse de otras carentes de recursos o de un estatus social mas bajo, cuando se tenga la oportunidad (esclavitud).
Estas y muchas otras ideologías más, eran el comportamiento natural de las personas en aquellos años y el hecho de que Dios indique qué hacer en caso de que una persona, robe, dañe la propiedad de otro, cometa asesinato, tengan balanzas injustas (fraude), entre otras, nos dan a entender que nuestro Dios es consciente del error y el pecado humano y sabe que en nuestro día a día probablemente cometeremos algunos de estos errores. Por esta razón YHVH trata estos juicios que pueden parecer primitivos según la comprensión que tenemos en la actualidad, pero reconociendo y dando entender al pueblo de Israel que los errores son parte de la vida pero el objetivo es remendarlo y elevar la justicia.
Hoy, seguramente debido a la evolución intelectual, hemos logrado una justicia, sin duda, mucho más superior que aquella que encontramos en la Biblia. En países civilizados ya no es un tema el concepto de esclavitud porque en grandes rasgos ya ha sido abolida. Según mi parecer, este logro se debe al impacto de la Biblia Hebrea en el mundo.
Por lo tanto ¿Hubiésemos logrado aquello si Dios no hubiera (metafóricamente) descendido al Monte Sinaí, rebajándose a tratar conceptos cotidianos del hombre para enseñarnos cómo remendarlos?
La porción de Mishpatim nos enseña que ni Dios ni la Torah (Su Palabra) condenan el pecado, sino que ésta simplemente nos enseña cómo vivir mejor. Idealmente existe una vía, como por ejemplo, No matarás, no robarás, no hablarás falso testimonio de tu prójimo, etc. Pero en caso de que fallemos, ok no pasa nada, solo hay buscar la forma de remendar nuestros errores y no continuar en una conducta habitual que sea el de lastimar o aprovecharse de los demás.